«Siempre vimos al kirchnerismo como algo muy ajeno al peronismo», resalta quien fuera titular de la Casa Rosada, por apenas tres días del año 2001. Ramón Puerta, obsesionado con «el ADN» de su partido, apuesta a un escenario político que se ordene, de nuevo, en torno al PJ y la UCR. Invitado por el ex senador nacional Héctor Maya, llegó ayer a Paraná el dirigente justicialista misionero Ramón Puerta. Hoy, al mediodía, cerrará un encuentro provincial del peronismo disidente que organiza el entrerriano.
En visita a EL DIARIO, Puerta fue enfático en subrayar las características que, a su entender, tendría el peronismo, identidad de la que excluye al kirchnerismo, y que sería el motor para conformar una alternativa en la Argentina.
Se entrevistó, en esta Redacción, con el director Luis F. Etchevehere en un encuentro en el que el misionero llegó acompañado por Maya y por referentes de expresiones opositoras como la CGT de Luis Barrionuevo; el peronismo de San Luis que lideran los Rodríguez Saá; o justicialistas bonaerenses identificados con Felipe Solá y Fernando De Narváez.
UNOS Y OTROS. Puerta dijo estar en Entre Ríos, acompañando a Maya, en el marco del objetivo de consolidar «un peronismo que pueda vertebrarse ante este tiempo que es ya de poskirchnerismo».
«Quienes suscribimos a esta fuerza política, y a esta idea del peronismo, que es la tradicional, en definitiva, la de ser vanguardia, ser un armonizador político y social, siempre vimos al kirchnerismo como algo ajeno», subrayó.
«Jamás se identificaron los Kirchner como justicialistas y muchas veces la simbología marca los contenidos políticos de fondo», afirmó Puerta que, tras insistir en la idea de que las diferencias siempre existieron, consideró que «el conflicto del campo, lo que hizo, es destapar la crisis interna del PJ y mostrarla a toda la sociedad». Así, destacó la opinión de Jorge Busti cuando el conflicto recién se iniciaba: «Me gustó cuando salió en contra del mandato kirchnerista pero después no lo escuché más», se encargó en remarcar.
«Estamos acostumbrados a enfrentar crisis como esta. El gran error del matrimonio Kirchner es querer desconocer la magnitud de la crisis que estamos viviendo», advirtió el ex gobernador de Misiones que dijo apostar a «darle al país una alternativa peronista porque, guste o no, ante cada crisis, en los últimos 50 años, hubo una salida con el peronismo».
UCR Y PJ. Cuestionó duramente, en términos políticos y económicos, a la era kirchnerista. «Hay una destrucción sistemática de los partidos. Y no hay democracia, no hay república sin partidos para los que hay que dar democracia interna», dijo Puerta que concluyó: «No puede haber pensamiento único y disentir no puede seguir siendo un pecado».
Un escenario distinto, según el misionero, se dará cuando «en este desierto se consolide una propuesta seria del radicalismo y una propuesta seria del peronismo porque una Argentina sin UCR y sin PJ no es la Argentina».
Consideró necesario que estas dos fuerzas «reordenen la vida política». «Votamos cada dos años pero en el medio de una confusión generalizada», dijo Puerta que no dudó en afirmar: «Nuestra calidad de vida se está viendo afectada por la no existencia de tres poderes, porque las libertades corren riesgo y porque en cinco años que llevan de gobierno, con viento a favor incluso, los Kirchner tuvieron los tropiezos que tuvieron».
Insistió con la idea de reflotar los dos partidos tradicionales: «Flaco favor le hacemos a la república si seguimos mezclando todo. Eso es lo que hizo Kirchner. La transversalidad destruyó las instituciones. Acá deberá haber un frente con ADN peronista y otro frente con ADN radical. Y quien más votos tenga gobernará», sintetizó Puerta que, ante dos opciones, consideró a Mauricio Macri y al PRO como un aliado del peronismo que él promueve.
DISIDENTES. En torno a lo que Maya prefiere llamar como «peronismo disidente» han tomado contacto y trabajan en conjunto, aunque no formalmente, dirigentes como Felipe Solá, Eduardo Duhalde, Francisco De Narváez, los Rodríguez Saá.
Para Puerta, la elección de 2009 se nacionalizará con lo que las opciones, en todo el país, se plantearán a favor o en contra del proyecto kirchnerista. En este marco, afirmó: «Es responsabilidad de los dirigentes peronistas la de dar una alternativa distinta a la de Kirchner. Tenemos que demostrar al país que no somos lo mismo», dijo en la estrategia de salvar al PJ de la crisis de caudal electoral que pueda padecer el oficialismo.
«Los que están informados saben que el matrimonio Kirchner tiene muy poco que ver con el a, b, c del peronismo. Pero la sociedad entera no. Estamos obligados a aclarar que no somos kirchneristas», insistió.
Salto Grande y las quejas de Alasino
Ante la anunciada visita de Puerta a Entre Ríos, el ex senador Augusto Alasino apuntó contra el dirigente misionero y le endilgó la pérdida de un 5 % de regalías de Salto Grande. Estos recursos, según el concordiense, habrían tenido por destino a esta provincia pero gestiones de Puerta habrían derivado estos fondos a favor de Misiones.
Puerta repasó dos opciones que se pusieron en juego al momento de discutir la distribución de recursos de la represa. En una la «de la cuenca»-,.la Mesopotamia debía repartir con otros territorios que hoy no se benefician como la provincia de Buenos Aires, por ejemplo. Se optó por la segunda opción que tenía en cuenta los territorios en los que transita el río, aguas arriba, y los que se ven afectados por el dique. De este modo, ingresó Misiones en la distribución de recursos con un 5% que Alasino considera que iban a corresponder a Entre Ríos.
«Entre Ríos se quedó con el 67,5 % de los recursos. Antes de eso, recibía el 33 %», destacó Puerta. «Corrientes con el 27,5 % y misiones con el 5 %», comparó para luego dar cuenta de las difíciles negociaciones que se dieron entre las provincias de la mesopotamia y, luego, con el gobierno nacional.
Maya, por su parte, recordó el veto a la ley por parte del entonces presidente Carlos Menem. Y destacó especialmente el acuerdo con los gobernadores de provincia (Jorge Busti, en Entre Ríos) y con los legisladores que hicieron posible «que se revisara el veto por unanimidad».
FONDOS. «Salto Grande es, para Entre Ríos, el hecho de mayor importancia de la historia de esta provincia. Lo pudimos hacer porque nos ayudaron todos y tuvimos el pleno respaldo del gobierno de la provincia», resaltó Maya que, respecto de la distribución de recursos, y ante una consulta específica, aseguró que hoy por hoy debieran coparticiparse en toda la provincia los recursos recibidos por Entre Ríos. Esta asignación es destinada, en un cien por ciento, a las zonas vecinas de la represa.
«Es obvio que la ley prevé que una vez saldada la deuda por el impacto que genera la represa en la región, deuda que ya está saldada porque hace diez años que reciben el 100 % de los fondos, eso se debía coparticipar en toda la provincia», enfatizó Maya que aseguró: «Esto no se hace por una cuestión de poder político. Es una suma fabulosa de recursos que beneficia solo a una parte de Entre Ríos».
