La planta celulósica de Puerto Piray volverá hoy a trabajar

Desde el gremio que nuclea a los empleados de la fábrica aseguraron que el clima es de total incertidumbre. Explicaron que la demanda de pasta no logra recuperarse tras la fuerte caída que experimento a causa de la crisis internacional. Tras haber soportado tres semanas de vacaciones obligadas y una más suspendidos sin goce de haberes, los operarios de la planta celulósica de Puerto Piray volverán mañana a sus puestos de trabajo. Aunque celebraron la reapertura de planta, desde el gremio que representa a los empleados explicaron que el panorama todavía es poco claro, ya que la demanda de pasta celulósica, afectada por la crisis financiera internacional, se mantiene todavía en niveles bajos.

La empresa PCP, encargada de la operación de la fábrica, debió enfrentar una marcada caída en las ventas a partir de la devaluación del Real, situación que limó la ventaja cambiaria que tenía la compañía misionera frente a sus competidoras brasileñas.

Con un volumen de ventas inferior al de producción, los depósitos de PCP se fueron llenado de pasta y hubo que detener las máquinas. Con alrededor de 1.000 toneladas de producto en stock, la planta dejó de operar el primer día de noviembre.

Con la actividad frenada, los trabajadores debieron tomar tres semanas de vacaciones por adelantado, pero al finalizar ese lapso, todavía quedaban unas 800 toneladas sin vender.

Entonces, los directivos de la empresa y los representantes sindicales acordaron extender la inactividad por una semana más, esta vez a través de una licencia sin goce de haberes.

Durante esa semana, se lograron vender unas 400 toneladas de producto, aunque a precios inferiores a los que se venían cobrando antes del parate de la planta.

Mario Escurra, secretario general del sindicato, explicó que la empresa les fue pagando, por partes, los salarios retrasados. «A la fecha todavía nos están debiendo dos quincenas, pero de a poco vamos cobrando», detalló.

El gremialista indicó que los operarios esperan con mucho entusiasmo la vuelta al trabajo, pero aclaró que el panorama todavía es incierto y temen por la continuidad de sus fuentes laborales.

Reconoció que los niveles de venta no se recuperaron y en esas condiciones resulta difícil hacer de la planta de Piray un negocio rentable.

Ocurre que la fábrica en cuestión está equipada con una tecnología anticuada, lo que la convierte en poco eficiente en el aprovechamiento de los recursos . En esas condiciones de producción, la ventaja cambiaria respecto al Real, resultaba el principal argumento a favor a la hora de vender la pasta de PCP en Brasil.

Limada la diferencia de cambio entre el Peso y el Real, resulta mucho más complicado ingresar al mercado del vecino país, donde están los principales clientes de PCP..

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