Sostienen que la crisis maderera se superará con gobierno y privados

El ingeniero Rubén Lis, asesor forestal, advirtió que se agrava la situación de la industria maderera en la zona centro.

Dudas. El mercado de la zona Centro también entró en un declive por la crisis.

Dudas. El mercado de la zona Centro también entró en un declive por la crisis.

Al igual que en la Zona Norte de la provincia, la foresto-industria es motor de la economía en la zona Centro, pero en los últimos meses enfrenta graves problemas de mercado por las bajas en las ventas y rentabilidad negativa.

El ingeniero Rubén Lis, asesor forestal en la región -instalado en la ciudad de Oberá- afirmó que «en los últimos meses, la merma que se está observando en la actividad es muy importante en toda la región. Pero si bien los problemas mas graves comenzaron hace ya unos meses con el conflicto del campo, ahora se agravó aún más la situación, fruto principalmente de la situación de los mercados mundiales», dijo.

«La escena local muestra un desmejoramiento gravísimo, y todavía no se ve una salida en el corto plazo», analizó.

El profesional realizó una ronda de consultas con las empresas de transporte, comerciantes, industriales, y otros rubros vinculadas al sector, «y nos refieren bajas en las ventas de diferente tenor, desde 30 hasta 90 por ciento». «La mayoría coincide en señalar un 50% de merma en sus ventas, pero con baja de precios».

Lis agregó que «las industrias están reduciendo turnos, dando licencias o vacaciones, haciendo lo posible para mantener estructuras y sobre todo al personal que tanto les ha costado conseguir y capacitar».

Puestos laborales en riesgo

El Departamento Oberá tiene más de 150 aserraderos, la mayoría Pymes, y en total en la provincia había censadas más de 800. «Esta crisis, parece ser que producirá el cierre de numerosas industrias de pequeños emprendedores. Esto con sus consecuencias inevitables: desocupación, mayor pobreza en las ciudades, pueblos y comunidad de toda la provincia», recalcó el profesional.

Afirmó que en forma generalizada se ven industrias que cierran, personal cesanteado o despedido, merma en los turnos de corta, disminución de los días de actividad, etcétera.

Incluso, sostuvo que esta crisis es aún más grave y complicada que la del año 2002.

«En aquel entonces, la Argentina cayó profundamente, pero la economía del mundo estaba en pleno auge, y demandaba los productos que podíamos elaborar. Actualmente la situación es muy diferente».

Rentabilidad cero

Pero además de este problema de la baja actividad, otra cuestión quizá mas grave es que las empresas no tienen margen de rentabilidad. Según explicó el profesional, «en la mayoría de los casos, se manifiesta estar trabajando sin rentabilidad y aun hasta con rentabilidad negativa».

En este sentido, sostuvo que «las grandes empresas están viendo complicados los mercados internacionales, por la menor demanda y por los altos costos internos, lo que hace que coloquen en forma desesperada sus productos en el mercado interno. En consecuencia a las Pymes se les hace imposible competir con rentabilidad. Todos tratan de mantenerse en actividad, tratan de salvar su empresa», indicó.

Medidas urgentes

Para el profesional es prioritaro que se tomen medidas urgentes para que reducir los daños. «Los emprendedores están haciendo mucho y desde el Estado es posible hacer mucho también. Disminuir en estos momentos impuestos, aportes, y agilizar algunas cuestiones, serían muy buenas medidas para mejorar la situación», consideró.

«En las crisis se pueden tener oportunidades. Aún los precios de las maderas, comparado con otros commodities, no sufrieron bajas tan drásticas. En consecuencia, es de esperar que una vez que se recupere la economía mundial, este sector sea realmente privilegiado».

Esto podría ser una prueba contundente del enorme futuro que tiene esta actividad. Dependerá de las acciones conjuntas de gobierno y emprendedores para salir de esta crisis», señaló.

Piden flexibilidad impositiva

Por otra parte, industriales de la zona consultados por este medio, coincidían en la necesidad de suspender la aplicación de la tasa forestal provincial.

Al respecto, señalaron que desde el sector se debería «proponer suspender la tasa forestal que solo sirve para complicar la vida y no tiene ninguna contraprestación», afirmaron.

«El burocrático formulario SF 150 no sirve para nada mas que para hacer perder el tiempo. Lleva cinco a diez minutos rellenarlo, y en el caso de 200 remitos por mes, serían 1200 minutos, o sea 20 horas, equivalente a dos días y medio de trabajo que se pierden», comparó un industrial.

«Rentas provincial ayudaría mucho suspendiendo este requisito que hoy solo sirve para complicar aun mas el escenario».

Cabe recordar que a la fecha, el gobierno provincial decidió modificar la tasa forestal extraprovincial con bonificaciones especiales para los Pymes forestales, como una medida para atender la crisis.

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