Ocaña anunció la creación de un protocolo de tratamientos para la protección contra la fiebre amarilla y el dengue

La ministra de salud de la Nación, Graciela Ocaña, anunció hoy la creación de un protocolo de tratamientos tendiente a unificar y fortalecer los niveles de protección contra la fiebre amarilla y el dengue, y reiteró la recomendación de su cartera para que se vacunen los residentes y los viajeros que se dirijan a la zona de riesgo.

Ocaña lideró en Posadas, Misiones, una reunión regional del NEA convocada a partir de la detección de ocho monos muertos en la localidad de El Soberbio en la zona central de la provincia, unos de los cuáles estaba infectado con el virus de la fiebre amarilla.

En la reunión participó la vicegobernadora provincial, Sandra Giménez, y los ministros de salud de Misiones, José Guccione; Chaco, Oscar Holzer; Corrientes, Adolfo Schneider; y Formosa, Aníbal Gómez. Junto con la ministra llegaron desde Buenos Aires, el secretario de Promoción y Programas Sanitarios, Juan Carlos Nadalich; su par de Determinantes de la Salud y Relaciones Sanitarias, Alberto Hernández; el subsecretario de Relaciones Sanitarias e Investigación, Adolfo Sánchez de León, y el Director Nacional de Prevención de Enfermedades y Riesgos, Hugo Fernández.

En el marco de las acciones de fortalecimiento de la vigilancia de las enfermedades, Ocaña entregó $630.000 a los intendentes de 21 municipios que serán evaluados en el cumplimiento de los objetivos propuestos, básicamente, en las acciones de información, descacharrado y participación comunitaria en eliminación de vectores.

Ocaña junto a los pares provinciales acordó «sumar acciones para fortalecer una estrategia conjunta de prevención, vigilancia, organización de los servicios médicos locales, detección rápida de los casos febriles y confirmación de laboratorio», tanto para casos de fiebre amarilla como de dengue.

Los ministros reiteraron nuevamente que hay recomendación de vacunación contra la fiebre amarilla para todos los residentes y viajeros que se encuentren en zonas de riesgo. Y remarcaron la necesidad de evitar la proliferación de vectores y el uso de repelentes adecuados, única forma de evitar el contagio del virus del dengue, para el que no se cuenta con vacunas que permitan combatir la enfermedad.

Fiebre amarilla

La vacunación es necesaria a partir del año y hasta los 60 años, y opcional para el grupo de 9 a 12 meses y mayores de 60, de acuerdo con la situación de riesgo de exposición. En caso de los menores de 12 meses, esta evaluación deberá ser realizada por profesionales médicos.

Es gratuita y quienes la necesiten deben concurrir con DNI, Pasaporte o Cédula de Identidad. Se recomienda la conservación del certificado oficial que se entrega. La vacuna es efectiva por 10 años y no es necesario revacunarse antes de este período.

Para vacunarse en Buenos Aires:

– Área de Sanidad de Fronteras, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, Av. Ing. Huergo Nº 690, Ciudad de Buenos Aires. Lunes a viernes de 11.00 a 15.00. Teléfono: 4343 1190 / 4334 6028.

Para vacunarse en el interior del país:

– Remitirse a centros de salud y hospitales para conocer los puntos locales de vacunación.

Contraindicaciones para el uso de la vacuna:

-Inmunodeprimidos (neoplasia, HIV/SIDA, etc), uso de drogas imunosupresoras, inmunoterapia y radioterapia.

-Historia de reacción anafiláctica relacionada al huevo y sus derivados.

-No vacunar durante el embarazo y en menores de 6 meses.

Dengue y fiebre amarilla

Se reiteran una serie de recomendaciones para prevenir tanto el dengue como la fiebre amarilla, difundidas por este Ministerio y por la Organización Panamericana de la Salud (OPS):

-Evite tener recipientes que contengan agua estancada, tanto dentro como fuera de su casa.

-Remueva el agua de canaletas y recodos, y renueve la de floreros, peceras y bebederos de animales al menos cada tres días.

-Deseche todos los objetos inservibles que estén al aire libre y en los que se pueda acumular agua de lluvia: como latas, botellas, neumáticos, juguetes, etc.

-Mantenga boca abajo los recipientes que no estén en uso: baldes, frascos, tachos, tinajas, cacharros y macetas, entre otros.

-Tape los recipientes utilizados para almacenar agua (tanques, barriles o toneles).

-Para protegerse de la picadura de mosquitos utilice espirales, pastillas o líquidos fumigantes.

-Aplíquese repelentes en aerosol, crema o líquidos en las partes del cuerpo expuestas.

-Coloque mosquiteros o telas metálicas en las aberturas de las viviendas.

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