La aplicación de biotecnología en el cultivo permite crear plantines más aptos para los distintos ambientes. También permiten controlar el estrés hídrico. El trabajo cuenta con la financiación del Instituto Nacional de la Yerba Mate.
Los avances genéticos en la clonación de plantas de yerba mate adultas y los desarrollos para controlar el estrés hídrico permiten mejorar las condiciones productivas de los yerbales.
Estas mejoras son investigadas por el ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), Pedro Sansberro, que viene trabajando desde hace 20 años en el proyecto de clonación de yerba.
«Estamos trabajando en la creación de biorreactores para cultivar clones de yerba mate. El nombre del proyecto es: Clonación in Vitro de la yerba mate mediante el uso de biorreactores de inmersión temporal automática», señaló.
Mediante la aplicación de biotecnología en el cultivo, se pueden generar los plantines más aptos para los distintos ambientes.
Para avanzar en la investigación, el emprendimiento cuenta desde marzo pasado con financiamiento parcial del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym).
Los biorreactores que adquirieron en el Instituto de Botánica del Nordeste (Ibone-Conicet), de la Unne en Corrientes son de origen francés y tienen un costo de 56 euros cada uno. Por ello Sansberro ideó la creación de uno propio, donde utiliza dos frascos de vidrio unidos por una manguera para nutrir los clones de yerba mate o pino y obtener los mejores ejemplares para luego llevarlos a campo.
«Al ver cómo funcionaba el equipo francés, surgió la idea de hacer uno nuestro, además el tiempo de uso (del aparato francés) es de un año, porque usan un componente plástico que después cambia y no sirve más. Después de un buen tiempo pudimos hacer el nuestro y donde el costo para 100 frascos con las mangueras que usamos y todo los otros elementos, no supera los 2000 pesos», refirió el investigador.
negritaq/Nueva técnica
Otro avance importante en la clonación de yerba mate es la posibilidad de hacer clones extraídos de plantas adultas, ya que hasta ahora consideraban que esa técnica no era viable.
En ese sentido, Sansberro señaló que «nosotros demostramos que se puede clonar una planta adulta, lo hemos hecho con un ejemplar de 78 años. Esto es muy bueno porque uno puede optar por los mejores ejemplares, teniendo en cuenta su historia».
El investigador subrayó que con la aplicación de biotecnología en los procesos de producción, se busca que el colono se lleve un plantín con «valor agregado»; es decir, que haya sido tratado para que se implante bien en la chacra y que pueda soportar exigentes condiciones ambientales, como el caso de las sequías.
Caída de las hojas
Una de las mayores preocupaciones que manifiestan los yerbateros es la caída de hojas que sufren las plantas. «En ello influye tanto la sombra que da a las hojas inferiores y no les permite hacer una buena fotosíntesis, como el derroche de agua que hace la planta», explicó el especialista.
Por ello las investigaciones que ha iniciado Sansberro junto a su equipo compuesto por seis profesionales entre ingenieros, bioquímicos y cinco alumnos, tratará de desarrollar un gen que le permita a la planta mantener un buen comportamiento de reserva de líquidos.
