La participación de los religiosos en la política en la mira de los sociólogos

El investigador principal del área Sociedad, cultura y religión, del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL) del CONICET, Fortunato Mallimaci, analizó la incursión de los miembros de los distintos credos en la arena política. Consideró que esta cuestión «no es un problema nuevo» ya que «tiene una larga tradición en América Latina». [su_note note_color=»#cdcdcd»]“El agrupamiento de religiosos y políticos, produce en la población un reconocimiento muy grande”, manifestó Mallimaci. [/su_note]En una nueva visita a la tierra colorada, donde participó del IX Congreso de Antropología Social desarrollado en Posadas, el sociólogo e integrante del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Fortunato Mallimaci, reflexionó sobre la incursión de los religiosos en la arena política.

El investigador consideró que este fenómeno se debe a un doble proceso: pérdida de credibilidad de los ciudadanos en los partidos políticos; y mayor credibilidad de las personas en los grupos religiosos.

No obstante a estas cuestiones, Mallimaci sostuvo que este doble proceso «no es un problema nuevo» ya que «tiene una larga tradición en América Latina, donde lo religioso y lo político han vivido juntos. Y no como en Europa donde lo religioso y lo político, siempre han estado separados».

En referencia a la incursión de varios religiosos en la política misionera, como los casos de Joaquín Piña y Juan Carlos Belgrano en las elecciones Constituyentes de 2006 o de Ricardo Buiak como candidato a diputado provincial en los comicios generales del año pasado, Mallimaci observó que en Misiones, a diferencia de otras provincias del país, «se vio un mayor interés, tanto de grupos católicos como evangélicos, por participar en la política; como así también se vio un mayor interés de los líderes de los partidos políticos en escuchar a los religiosos».

Si bien el investigador marcó la «fuerte participación» del ex obispo Piña en las Constituyentes de 2006, quién logró aglutinar «a otros religiosos de otros credos, y al conjunto de la oposición» bajo un mismo paraguas, con el objetivo de frenar la reforma de la Constitución de Misiones, Mallimaci señaló que esta agrupamiento podría no llegar a concretarse cuando el objetivo perseguido sea otro, como por ejemplo un comicio para la elección de un Gobernador o legisladores.

El sociólogo sostuvo que para la sociedad el agrupamiento de religiosos y políticos, bajo un mismo espacio, «produce en la población un reconocimiento muy grande». Aunque señaló que «ese reconocimiento de poder vetar, no es lo mismo a la hora de construir».

Con esta afirmación, Mallimaci quiso decir que juntar a religiosos con políticos, con el objetivo de vetar o ratificar alguna cuestión puntual, como fue el caso de la elección por el SI o el NO de la reforma de la Constitución puede ser viable. Pero, juntarlos para otro fin, como ser la conformación de una coalición o frente político, para la participación en una elección general, puede llegar a ser un poco más compleja.

«En Misiones hemos visto claramente que esa construcción que se hizo para el SI y el NO, no necesariamente sirvió para decir, este es nuestro candidato a gobernador o a intendente», ejemplificó el investigador.

El catolicismo pierde terreno

Por otra parte, Fortunano Mallimaci se refirió al terreno que comenzaron a ganar otras religiones, en lugares donde el catolicismo había demostrado un amplio dominio por varios siglos.

Sostuvo que «la idea es tratar de comprenderlo como fruto de las transformaciones culturales y sociales en la Argentina, y no como la imposición de alguien que viene de afuera o que les saca a otros». «Nadie diría que los radicales les sacan votos a los peronistas o viceversa. Dirán en un momento histórico que la oferta radical, peronista o socialista, concita más adhesión que otra, y lo mismo pasa con las adhesiones religiosas», subrayó.

«Saber en profundidad sobre las religiones en el país es muy importante, porque tiene impacto en lo político y lo social. Ya que si una institución religiosa dice nosotros somos el 100 por 100, se adjudica derechos, beneficios y privilegios. Y en la historia de la Argentina esto lo hizo la Iglesia Católica, diciendo somos la Nación, la totalidad, y tenemos que tener ventajas respecto con el resto de los credos».

Sin embargo, Mallimaci manifestó que esta situación «hoy ha cambiado mucho en la Argentina, y es importante tanto en Misiones como en el resto del país, ver el crecimiento que ha tenido el evangelismo, y dentro del evangelismo los grupos pentecostales», observó.

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