Una fiesta espectacular abrió los Juegos Olímpicos

El monumento a la arquitectura moderna, el estadio del Nido, fue el centro de atención del mundo deportivo. Hoy compite el misionero Sergio Ferreyra

Ginóbili lució con orgullo y emoción la bandera argentina en la apertura de Pekín 2008. El bahiense, figura en el seleccionado de básquetbol que obtuvo la medalla dorada en los últimos Juegos, encabezó una delegación de nuestro país que desfiló a pura alegría.

Lo soñó, lo esperó, lo vivió. Y lo disfrutó. El reloj marcaba las 22:10 en China, las 11:10 en nuestro país, cuando Emanuel Ginóbili pisó el Estadio Nacional de Beijing y abrió el camino de la delegación argentina en la ceremonia inaugural de los Juegos.

La bandera celeste y blanca recorrió el «Nido de Pájaros» en su mano izquierda, esa zurda que hizo magia en las ligas más poderosas del planeta y que hace cuatro años fue vital para que el seleccionado de básquetbol se subiera a lo más alto del podio olímpico. El gran reconocimiento para Manu llegó, y bien merecido lo tiene. La emoción en su rostro lo decía todo. De Bahía Blanca a la cima del mundo, todo gracias a esfuerzo y talento.

Enseguida aparecieron los otros 139 argentinos que participaron del desfile, entre atletas y miembros del Comité Olímpico nacional. La infaltable alegría de Las Leonas, las risas de los nadadores Meolans, Pereyra y Otero, el asombro del garrochista Chiaraviglio, la felicidad de la judoca Krukower, todas postales argentinas en la fiesta de Beijing 2008.

Nuestra provincia, estuvo representada allí también. El nadador obereño Sergio Ferreyra, el arquero de la Sub-23, Sergio Romero (Bernardo de Yrigoyen) y la árbitro de fútbol, Estella Mary Alvarez de Olivera (Oberá).

¿Se podrá repetir lo hecho en Atenas y lograr dos medallas doradas? Difícil saberlo, a esta altura. Por el momento, nuestro país se dio el lujo de desfilar con un número uno a la cabeza.

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