El infarto y la hipertensión son las principales patologías cardiológicas que registran los especialistas de la Provincia.Cardiólogos sostienen que la mala alimentación y la vida sedentaria son las principales causas. Consideran que debe reducirse la ingesta de hidratos de carbono y grasas. Además realizar actividad física en forma frecuente y permanente.
Enriquez sostuvo que Misiones no escapa a las afecciones cardiológicas recurrentes en el mundo
Misiones no escapa a la incidencia de las enfermedades cardiovasculares, es así que infartos, hipertensión arterial y diabetes, representan un gran porcentaje de las afecciones tratadas en cardiología y se manifiestan a partir de la tercera década de vida, según indicó el cardiólogo Rubén Enriquez, del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de Posadas.
Así también, el especialista señaló que es una de las principales causas de mortalidad, Agregó que una de cada tres personas fallece por afecciones vinculadas al corazón.
Enríquez sostuvo que en décadas anteriores la edad de prevalencia de las afecciones cardiovasculares comenzaban a los 50, mientras que en la actualidad se registran desde los 30.
Entre los principales factores que determinaron el avance de las afecciones cardiovasculares, el especialista señaló que tienen vinculación con el tipo de ingesta, los individuos privilegian en estos días las dietas ricas en grasas, dependientes de hidratos de carbono.
Otro componenete que determina la aparición de estas patologías tienen que ver con el sedentarismo. Enríquez recomendó que «la gente realice más de 20 minutos diarios de ejercicios físicos, o una hora de tres a cuatro veces por semana. En forma frecuente y permanente, hasta el último día de nuestras vidas.».
Asimismo, el médico sostuvo que debe efectuarse un control de la presión arterial desde los 20 años, especialmente en los individuos con más de 50 años de edad, que son más propensos a la hipertensión arterial.
Además, Enríquez comentó que hay un procentaje de la población de alrededor del 30 por ciento que padece hipertensión arterial y lo desconoce. Agregó que de aquellos pacientes que saben que tienen esa patología, sólo un 20 por ciento se trata, y un 15 por ciento lo hace en forma integral, con cuidados en la dieta, medicamentos y realizando una actividad física.
Se considera que una persona es hipertensa luego de que después de controles reiterados, su presión arterial sea igual o mayor a 140/90 milímetros de mercurio.
En este sentido, vale señalar que los niveles «ideales» son: 120/80 milímetros de mercuriopara la presión arterial; 200 ó menos para el colesterol total.
Otra situación que favorece la afección de enfermedades cardiológicas, es el sobrepeso, Enríquez señaló que para ello es importante que los individuos se midan y controlen el perímetro abdominal, que no debe exceder los 88 centímetros en la mujer y 102 en el hombre, por arriba de estas medidas las personas tienen mayor riesgo de sufrir afecciones del corazón.
Así también, el cardiólogo sostuvo que los valores de colesterol en sangre deben ser equivalentes a 200 ó menos.
Respecto a los síntomas que deben tenerse en cuenta para prerecurrir al especialista y evitar un evento cardiovascular, Enríquez mencionó «El individuo siente una sensación de falta de aire, dolores de pecho que se irradian a los hombros o a la garganta, así también, pérdida de la capacidad funcional, agitación o dolores de cabeza intensos».
Inequidad en acceso a tratamientos
«Las enfermedades cardiovasculares constituyen la mayor causa de muerte en nuestro país, con alrededor de un tercio de todos los casos en las últimas referencias de las estadísticas nacionales. El infarto agudo de miocardio es una de sus presentaciones más agresivas y durante su etapa aguda y por sus consecuencias posteriores contribuye a buena parte de esta mortalidad. Proyecciones actuales de estudios epidemiológicos permiten estimar en más de 40.000 las internaciones por infarto anuales en nuestro país, con una edad promedio para el primer infarto de 52 años en diferentes estudios» según un estudio de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).En las dos últimas décadas se han incorporado al tratamiento del infarto numerosos aportes que permiten reducir su morbimortalidad. En la fase aguda, las estrategias de reperfusión, que en forma farmacológica o mecánica contribuyen a recuperar el flujo coronario, reducen notoriamente.la morbimortalidad.Un número elevado de pacientes en condiciones de ser tratados con estrategias de reperfusión no acceden a este tratamiento, con la consecuencia de miles de muertes evitables. La falta de aplicación de medidas consensuadas y, efectivas en el tratamiento de una enfermedad epidémica como el infarto constituye una expresión de la inequidad en el acceso de la población a recursos diagnósticos y terapéuticos.
