En el primer cuatrimestre de 2008 se aprobaron solicitudes para construir sobre 41.000 metros cuadrados. A este ritmo, se agregarían 123.000 metros cuadrados en todo el año, menos de la mitad de los 258.000 construidos en 2007.
Los constantes aumentos registrados en los costos de la construcción, tanto en materiales, como en mano de obra, restaron dinámica al crecimiento que el sector viene acarreando desde 2003 y que tuvo una explosión en 2006 y 2007. Según datos de la Dirección de Obras Privadas de la Municipalidad, en abril último se aprobaron permisos para construir en 12.000 metros cuadrados, 14.000 menos que los solicitados en igual mes del año pasado.
En el primer cuatrimestre de 2008 se aprobaron solicitudes presentadas por empresas privadas para construir sobre 41.000 metros cuadrados en Posadas. Si se mantiene el mismo ritmo, cuando termine 2008 se habrán autorizado proyectos por 123.000 metros cuadrados de construcciones.
Esa cifra representaría una reducción de 52 por ciento respecto a los 258.000 metros cuadrados aprobados en 2007, la primera retracción que experimentaría el sector desde 2002.
«Haciendo una comparación entre abril de 2007 y abril de 2008 el pedido de construcción mermó mucho», informaron las mismas fuentes de la comuna. «En abril de 2007 se aprobaron 26.061 metros cuadrados para la construcción, mientras que en abril de este año la aprobación fue solo de 12.000 metros cuadrados», explicaron.
De todos modos, la actividad continúa con ocupación plena de mano de obra, en gran medida gracias a los proyectos iniciados en años anteriores. «Ahora estamos en una meseta, en un parate. Pero hay muchas construcciones que vienen de años anteriores y mantienen elevados los niveles de demanda de mano de obra y de materiales», explicó María Rosa Murciego.
La funcionaria señaló que «en los últimos cuatro años los profesionales de la construcción atraviesan una etapa positiva en la ocupación, y ello se refleja en las diferentes calles de la ciudad «. «No hay una sola cuadra donde no se esté edificando una casa, una edificio o local».
Desde constructoras locales explicaron que las subas que vienen registrado los costos de la actividad redujeron la rentabilidad del sector, situación que desalentó a los inversores. «La inversión en ladrillo ya no resulta tan atractiva, especialmente en comparación a algunas alternativas financieras», señalaron desde el sector privado.
Luego de varias negociaciones paritarias el costo salarial de un obrero en blanco es de 3.700 por mes y el de cada metro construido oscila entre los 1.500 y 3.000 pesos.
