Varias personas se sumaron a las dos empleados municipales que decidieron encadenarse a la sede municipal en reclamo de mejores sueldos. Ayer cerraron las entradas al edificio y declararon que no levantarán la medida sin recibir una respuesta del intendente Claudio Filippa, al que le piden la renuncia.
Entre los manifestantes hay padres autoconvocados, docentes y otros empleados del municipio. Se sumaron al reclamo de mejores sueldos y la permanencia en el plantel de empleados municipales contratados. Piden un básico de 1.200 pesos, y que el contrato de las personas que llevan más de un año pase a ser de planta permanente.
«No vamos a salir de acá hasta que el intendente nos atienda y nos dé una solución permanente», declaró Soeli Zanetti, una de las manifestantes encadenadas. También, Ramona Romero, directora de la Escuela Nº 694 y líder de los padres autoconvocados dijo: «Al parecer no hay ningún tipo de interés del intendente en atendernos y en resolver estos problemas, entonces que se vaya, que se dedique a otra cosa». Por parte del municipio, el director de Recursos Humanos Nicanor Rodas, aclaró que estas personas en conflicto están bajo el contrato que prevé la ley 1.556 del Régimen Jurídico Básico, para contratar a personas en calidad de jornalizados.
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