La entidad solicitó a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia una medida cautelar para suspender la convocatoria prevista para el próximo 9 de mayo. Se oponen a las bases y condiciones estipuladas por la empresa y auditadas por la CNDC. Desde APSA aseguran que «los precios de base se ajustan a los precios de mercado y se mantiene la modalidad de las licitaciones anteriores». Se advierte que, de dar curso a la solicitud planteada, otros oferentes de la zona que se verán perjudicados y no podrán acceder a la materia prima, afectándose la libre competencia. La Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap) solicitó a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) el dictado de una medida cautelar para frenar la convocatoria a la licitación privada de Alto Paraná SA, convocada para ofertar al mercado forestal de la región unas 50 mil toneladas de rollos aserrables el día 9 de mayo del corriente año.
La entidad fundamenta en un escrito que existen «irregularidades» y se oponen a las bases y condiciones estipuladas por la empresa. Sin embargo, las mismas están supervisadas y auditadas por la CNDC, organismo que realiza el contralor previo y seguimiento del proceso.
Pero para las empresas de la cámara maderera, es necesario que «se investiguen las causas del extraordinario incremento de precios y si tal aumento no ha sido fruto de una maniobra anticompetitiva llevada a cabo por esta empresa con posición dominante».
La presentación fue realizada ayer en Buenos Aires ante el presidente del organismo, José Sbatella, por el apoderado de la entidad, Eduardo Montamat, quien solicitó la suspensión de la licitación, cuestionando principalmente el incremento «extraordinario» en el precio base de la materia prima ofertada, la incorporación de mayor toneladas de rollos de eucaliptos -cuando consideran que debería ser solamente pino-, el recargo por fletes, que sería trasladado a los potenciales adjudicatarios, entre otros puntos que objetan.
Reglas del mercado
Con respecto al incremento en los precios de la materia prima (madera aserrable), sostienen que el parámetro está relacionado a los precios base de la última licitación llevada a cabo el 21 de mayo de 2007. Según el escrito, sostienen que «si se tiene en cuenta que en dicha licitación el precio base de la Araucaria puesto en aserradero- fue de $145, en la que se pretende realizar este año es de $175 para los rollos mayores de 25 cm. y de $220 para los de mas de 35 cm.; y a dichas cifras deben adicionarse los gastos de flete (calculado en promedio de $25 por tonelada)».
«En consecuencia, el precio base de los rollos de araucaria de menos de 35 centímetros aumentaron el equivalente al 53% respecto de la licitación del año pasado. Los rollos de araucaria mayores de 35 centímetros han sufrido un incremento en su precio base equivalente al 69%».
Para el gerente de la Amayadap, Juan Manuel Pardal, «no existe índice público ni privado que refleje semejante aumento de precios de producto alguno dentro del territorio nacional en el último año».
Sin embargo, desde Alto Paraná no dieron crédito a los cuestionamientos de la entidad, entendiendo que las bases y condiciones se ajustan a lo que fija el mercado, asegurando que «los precios de base se sustentan con el registro de todas las operaciones de venta del año pasado y del trimestre de 2008».
«Son precios de mercado absolutamente vigentes hoy en la zona y esto es fácilmente comprobable, ya que no somos sólo nosotros los que estamos vendiendo a estos precios, hay otras empresas. De todas maneras, no estamos licitando los mismos productos, aunque nos mantenemos en la línea de precios de la licitación anterior, ya que los valores fueron muy similares», afirmó el gerente de Operaciones Forestales de APSA, Ricardo Austin.
El directivo agregó que «los precios lo marcan los oferentes, ya que nosotros disponemos a precios de mercado la base del producto, pero después aparecen los interesados y se va elevando el precio, estas son las reglas del mercado», recalcó.
La licitación de Alto Paraná se presenta como una oportunidad para toda aquella empresa maderera de la zona interesada en comprar rollos y también para aquellas nucleadas en la Amayadap, que tienen la opción de presentarse o no como oferentes. Pero con esta presentación cautelar, y de dar curso a la solicitud de suspensión, se pone en riesgo la libre competencia.
«Hay otros oferentes que no son de Amayadap, empresas que están de acuerdo con las bases y condiciones propuestas y que están interesados en acceder a la materia prima», afirmó Austin.
Por otra parte, hubo otra cuestión que expusieron los empresarios de la Amayadap en el escrito ante la CNDC fue que «APSA pretende dar cumplimiento a sus obligaciones de aprovisionamiento con materia prima que no fue considerada en el dictamen y resolución de la C400, pues de su lectura se desprende que el problema identificado y los condicionamientos impuestos siempre se han referido a la madera de Pino y no de otra especie».
En la presente licitación, cuestionan que la empresa está ofertando 21.600 toneladas de materia prima de la especie eucalipto. Este cuestionamiento sorprendió a directivos de la compañía, dado que sostienen que «las condiciones son las mismas que en licitaciones anteriores, donde ofertaron pino, araucaria y eucalipto, y nunca antes existió ninguna queja, más allá que es incorrecto afirmar que el compromiso está circunscrito a tal o cual especie, sino que son rollos aserrables», indicó el jefe de Asuntos Legales y Regulaciones, Jorge Cañada.
Libre competencia
De esta manera, directivos de la compañia expusieron que «todo este proceso tiene el seguimiento de la CNDC, está auditado y validado por el organismo, y se está tratando de impedir un acto absolutamente legal y que afectaría la libre competencia de muchos otros actores del mercado forestal, oferentes dispuestos a comprarnos la madera», agregó Adrián Lerer, gerente de Asuntos Corporativos y Legales de la compañía.
El directivo recordó que existen antecedentes de las empresas socias de la Amayadap de haber «pactado» ofertar un precio por debajo de la base fijada en una licitación anterior, incluso declarando este acto ante la CNDC. «Esto marca una clara actitud anticompetitiva», dijo.
Lerer consideró que «todas estas acciones demuestran el ímpetu destructivo de la entidad, que no quiere pagar lo que establece el mercado de la madera, y en lugar de construir un camino en forma conjunta -que en varias oportunidades se lo hemos propuesto- y tratar de avanzar en la búsqueda de soluciones para crecer como sector, se limitan a confundir. Si no les parece justo el precio de base propuesto, tienen la libertad de comprar a otra empresa, pero el problema pasa por otra lado y otros intereses». «En este proceso no existe conflicto ni irregularidades, simplemente es una cuestión de mercado», concluyó el directivo.
