Ecología inspeccionó los rodales de Papel Misionero próximos a la ruta 211

Convirtieron unas mil hectáreas de selva nativa en forestación, dentro de un plan de manejo presentado en 2003 y aprobado antes de la Ley Bonasso. La inspección no detectó irregularidades ya que cumplieron con la normativa vigente. El 50 por ciento del predio quedó como reserva.

Los rodales están diferenciados por las fajas ecológicas, que protegen los cursos de agua. Norberto Fernández y Martín Chiluk, de PM, junto a Carolina Enebelo y Rubén Báez, de Ecología durante la inspección.

Los rodales están diferenciados por las fajas ecológicas, que protegen los cursos de agua. Norberto Fernández y Martín Chiluk, de PM, junto a Carolina Enebelo y Rubén Báez, de Ecología durante la inspección.

El Ministerio de Ecología, Recursos Naturales Renovables y Turismo inspeccionó un terreno de la empresa Papel Misionero, en el marco de un plan de reconversión de monte nativo a forestación que la firma solicitó en 2003, para unas 1100 hectáreas ubicadas en el municipio de El Alcázar, a ambos márgenes de la ruta provincial 211.

Se trata de un proyecto plurianual aprobado antes de la Ley de Bosques Nativos.

La jefa del Área Técnica Operativa Alto Paraná, Carolina Enebelo, del área de Bosques del Ministerio de Ecología, tuvo a su cargo la inspección de cierre del plan de conversión de la mitad de un predio de 3160 hectáreas.

«Solicitamos convertir 1150 hectáreas pero logramos 1050 hectáreas (un poco menos, ya que hubo ajustes en el terreno), respetando las normativas de la legislación 3426 (Declaración de Bosques Protectores, Fajas Ecológicas y cuidado de las pendientes); es decir que convertimos el 43 por ciento de bosques nativos de este terreno para destinarlo a forestación y el resto, un poco más de la mitad, quedó como reserva», explicó el ingeniero forestal Norberto Fernández, el profesional responsable del Plan de Conversión Productiva de la firma Papel Misionero.

En ese contexto, Ecología fue a corroborar en el terreno los detalles que especifica el plano confeccionado en el gabinete de trabajo: un plan de conversión es un plan de transformación del predio ocupado por monte nativo para destinarlo, en este caso, a forestación de pinos.

«La empresa presentó su plan para cambiar el uso de la tierra. Ese plan está sujeto a normativas y por lo tanto, tiene restricciones: deben hacerlo sobre suelos aptos según la reglamentación vigente; deben respetar las pendientes que son los bosques protectores y bordes de arroyos y nacientes, las fajas ecológicas (al costado de rutas, ya que este lote está atravesado por una ruta provincial), rodeo de rodales y rodales no mayores de 150 hectáreas. El plan se presentó contemplando esas restricciones y nuestra inspección, del Ministerio, viene a corroborar que se cumplan con todas las obligaciones y tal como lo presentaron», explicó Enebelo.

«Cumplieron con la normativa vigente»

La funcionaria midió algunos de los rodales tomados al azar, cuyas medidas coincidían con el proyectado en el plano, y fiscalizó la existencia de las fajas ecológicas tanto al margen de los cursos de agua como a ambos costados de la ruta, tal como establece la legislación. También tomó medidas y puntos con el GPS (posicionador satelital), para ubicar los rodales tomados al azar.

Estos predios convertidos (deforestados) de selva nativa a bosques cultivados se pueden observar al transitar desde la ruta provincial 211 que une las localidades de El Alcázar con Dos de Mayo. Responden al plan de conversión que Papel Misionero solicitó en 2003 y que fue aprobado al año siguiente y que de acuerdo a la inspección de la semana pasada, el plan se realizó dentro de la normativa vigente y autorizado por el Ministerio de Ecología, que no detectó infracciones.

«Este es un plan de conversión, distinto al de aprovechamiento donde se hace un apeo selectivo de madera y se controla el diámetro y las especies. En el plan de conversión se extrae el monte nativo y se lo reemplaza, en este caso, con forestación», dijo la funcionaria antes de volver a recordar que la firma cumplió con las obligaciones de mantener la conectividad de los bosques protectores, no deforestó en pendientes mayores al 20 por ciento cada cien metros y mantuvo los bosques protectores y fajas ecológicas, como así también los bordes perimetrales de lotes (que son de 50 metros) y los bordes perimetrales de las rutas (que son de cien metros).

Para producción forestal/negrirta

«Junto a las 1.050 hectáreas convertidas, más otras 530 hectáreas de plantaciones adultas de pino y eucaliptos, plantadas entre 1983 y 1987, que presenta distintos estratos, nos vemos frente a la ocupación del 50 por ciento del lote de 3160 hectáreas. En el resto, el monte no fue aprovechado en este plan de conversión y queda como conservación de la empresa», explicó Fernández, de Papel Misionero.

«El manejo de estos bosques es para producción de rollos de alta calidad. Papel Misionero, con estos bosques, no abastecerá sólo a la planta sino que también venderá a las industrias locales, como aserraderos o laminadoras» explicó el jefe del área forestal de la firma, Martín Chiluk.

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