El flamante Programa para la Producción Pública de Medicamentos, Vacunas y Productos Médicos prevé convertirse en un sistema de referencia de precios que abarate la medicación y proveer a la red de atención primaria de salud en Argentina, informaron fuentes vinculadas a la red estatal de laboratorios. La base de la estructura operativa para la ejecución del programa será la Red de Laboratorios Públicos de Medicamentos, formada a fines de 2007 por más de 30 establecimientos de todo el país, y tendrá el soporte tecnológico del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
«La expectativa es abastecer con la producción pública de medicamentos todo el sistema de atención primaria de la salud», dijo Jorge Rachid de Laboratorios Puntanos durante una entrevista telefónica con Télam.
Rachid afirmó que la nueva política de medicamentos «fijará precios testigo en todo el país y terminará con la cartelización» ejercida por los grandes laboratorios.
Hasta ahora, el plan Remediar dispuso de «350 millones de pesos al año para medicamentos, pero el sistema de producción pública nunca tuvo acceso a ese presupuesto porque lo impiden las disposiciones del Banco Mundial», señaló.
A partir de ahora, el Ministerio de Salud va a actuar como gran concentrador y «proveerá gratis a todo el sistema sanitario el paracetamol fabricado en uno de los laboratorios o la amoxicilina fabricada en otro, y se entrará así en el círculo virtuoso de la economía» de recursos y precios, afirmó.
Rachid recordó que «durante la crisis de 2001 los enfermos quedaban desabastecidos de medicamentos y gran parte de las medicinas, sobre todo para los enfermos crónicos, fueron provistas por la producción estatal».
«El manejo del medicamento implica la posibilidad de soberanía de la Nación, porque la dependencia implica que la política de salud de un país sea fijada en función de condicionantes externos», enfatizó.
La resolución 286/2008, firmada recientemente por la ministra de Salud, Graciela Ocaña, sostiene que «la inaccesibilidad, la inequidad y el desabastecimiento de medicamentos y productos médicos merece tratamiento estructural por parte del gobierno».
Laboratorios Puntanos integra la Asociación de Salud Pública Argentina y la Red estatal que agrupa laboratorios municipales, provinciales y nacionales para la producción, investigación, desarrollo y servicios en el área de medicamentos.
El objetivo del programa es proveer «a toda la gente del país la medicina de mayor calidad al precio más económico».
El director de Laboratorios Puntanos contó que la red -que abarca laboratorios nacionales, provinciales o municipales- cubre «nichos de medicación», como ocurre con los Talleres Protegidos de Capital Federal, que producen el cóctel para tuberculosis.
El laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba distribuye medicamentos a los países integrantes del Mercosur y el Hospital Posadas abastece a otros hospitales.
También integran la red laboratorios dependientes de las Fuerzas Armadas, el Instituto Biológico de La Plata, el ANLIS-Malbrán, la Unidad Productora de Medicamentos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata y el laboratorio ELMETEC de la Universidad Tecnológica Nacional.
También están integrados los laboratorios de Especialidades Medicinales de Hurlingham y el Productor de Medicamentos de Río Negro-PROZOME, Especialidades Medicinales del Ministerio de Salud Pública de Misiones y el MSP-La Rioja.
La producción priorizará los medicamentos más necesarios del vademécum hospitalario y privilegiará la búsqueda de soluciones para enfermedades sociales como las tuberculosis multirresistentes.
«El programa cubrirá desde la producción de materia prima hasta el abastecimiento del sector público, y estamos dispuestos a dar un puntapié inicial para reconstruir el sistema pionero que en el año ’50 estableció Ramón Carrillo con el Emesta», primera fábrica nacional de medicamentos, reivindicó Rachid.
El neurocirujano y sanitarista Ramón Carrillo fue ministro de Salud del gobierno de Juan Domingo Perón (1945-1955). Desarrolló un sistema de salud que combinó la atención primaria en salas descentralizadas con centros hospitalarios de alta complejidad que abarcó más de 8.000 establecimientos en toda la Argentina.
