El sector de la construcción del vecino país atraviesa una seria crisis por escasez de materiales. Casi todas las obras sufren demoras, entre ellas los trabajos complementarios necesarios para elevar el embalse de la hidroeléctrica.
a Cámara Paraguaya de la Construcción declaró al sector en estado de emergencia por la falta de cemento y otros materiales. Los empresarios consideraron que la situación afectaría al desarrollo de las obras complementarias de Yacyretá. En consecuencia, se demoraría la suba a cota 83 del embalse de la hidroeléctrica, operación que esta prevista para julio o agosto del año próximo y resulta imprescindible para que la central funcione a plena potencia.
El dato fue confirmado por el titular de la estatal paraguaya Industria Nacional del Cemento (INC), Luis Carlos Gamarra, quien reconoció que en el vecino país existe un déficit de al menos 18.000 bolsas de cemento por día.
Según la cámara de la construcción, la «crisis del cemento» coincide con un fuerte aumento en la demanda de este producto y se produce por una falta de inversión «histórica» en el sector que actualmente opera con estructura obsoleta y mal mantenida.
El titular de la organización empresaria calificó como «un calvario» a la situación ya que las empresas tienen muchos trabajos pendientes, especialmente los relacionados con el esquema de obras complementarias de Yacyretá.
Producción insuficiente
Actualmente la planta de Vallemí sólo produce 1.600 toneladas al día y podría producir 400 más. Según estimaciones de la Cámara de constructores, el faltante oscila entre un 50 o 60 por ciento pese a que «los recursos para producir son inagotables». Eficiencia en la planificación de la producción y políticas de Estado que impulsen un crecimiento económico sostenido son para la Cámara fundamentales para salir de la crisis, además de una inversión de al menos 300 millones de dólares.
En tanto que el titular de la cementera estatal admitió que aunque se hiciera todo lo necesario para salir de la crisis, no se va a poder corregir el desfasaje entre oferta y demanda en el corto plazo. «Podemos subir de 45.000 a 48.000 bolsas por día, pero más es imposible», admitió Gamarra.
La única solución el lo inmediato pasa por la importación del material, pero las empresas son reticentes a comprar en los países vecinos porque los precios son mucho más altos.
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