En un mensaje de fin de año dirigido al «pueblo de Misiones», el obispo emérito Joaquín Piña, desacreditó las denuncias formuladas en contra de sus allegados en la Pastoral Social, efectuadas por su sucesor al frente de la diócesis de Iguazú, Marcelo Martorell, referidas a un supuesto desvío de fondos.
El ex prelado que tomó notoriedad el año pasado por su participación en la arena política, consideró que las acusaciones no serían otra cosa que «una pase de factura». «A este viejito que encabezó la lista de convencionales constituyentes, que en el 2006 impidió la reelección indefinida de Rovira, se la tenían guardada», afirmó.
En referencia al documento enviado al Episcopado por Martorell, explicando el desvío de fondos que debían haber sido destinados a la ayuda de los pobres y terminaron en campañas y sueldos, Piña dijo que «esta denuncia que se propaló a los cuatro vientos, está plagada de mentiras».
