Según la AFIP, la mayor cantidad de evasores está en la región NEA

Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes concentran a la mayor cantidad de evasores, aunque la mayor evasión se concentre en las provincias más ricas. Pese a esto, la recaudación crecerá a niveles récords [su_note note_color=»#cdcdcd»]Las empresas de servicios públicos, industrias, bancos y productoras de TV encabezan la lista[/su_note]Según un estudio de la Administración Federal de Ingresos Públicos, aunque la mayor evasión impositiva está concentrada en las provincias más ricas del país: Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe; la mayor cantidad de evasores se encuentra en las provincias de la región: Chaco, Formosa, Misiones, Jujuy y Tucumán.

Ante la ideas de que era lógico que los más pobres intentaran evadir por cuestiones de supervivencia, fuentes de la AFIP afirmaron que la cantidad de evasores hace pensar en cuestiones que superan ese razonamiento.

Eso pese a que Misiones y Corrientes son dos de las provincias que más crecieron en los últimos años. Después de Tierra del Fuego, Corrientes ocupa el segundo lugar junto a Neuquén y San Juan como una de las provincias que duplicaron su nivel de actividad económica desde la devaluación, en tanto que Santa Cruz, que logró incrementar su nivel de actividad en un 123%. Neuquén (108%), San Juan (69%), Misiones (66%).

«En un país tan extenso, el hecho de estar tan lejos de los centros de poder disminuye la sensación de riesgo», aseguró un importante funcionario.

El mito de que los que evaden son los más chicos se rompe ante las frías cifras que brinda el equipo de estudios de la AFIP. El 80 por ciento de la evasión está concentrado en las 300 empresas más grandes del país. Estas compañías representan menos del 50 por ciento de las ventas anuales.

Según los especialistas del ente recaudador, los pequeños contribuyentes pagan la mayor parte de sus impuestos vía retenciones que les realizan sus proveedores.

Así, lo que les resta por pagar es poco y les resulta mayor el riesgo a ser descubiertos que la tentación de evadir. Por eso, en épocas de bonanza, tienden a ir pagando cada vez más.

Los grandes contribuyentes no cambian su conducta según el ciclo económico. O bien contratan grandes estudios legales y contables o cuentan con equipos propios. Esos profesionales están abocados a tratar de que las grandes compañías paguen la menor cantidad de impuestos en todo momento, sin importar el monto de sus ganancias. Estos equipos, en muchos casos nutridos por ex profesionales de la AFIP que se fueron en la década de los 90, tienen la capacidad de evadir con métodos sofisticados o bien eludir, es decir jugar al borde de la ley o interpretarla de acuerdo con sus intereses.

Cambios post devaluación

El cambio de patrón de producción a partir de la megadevaluación de 2001 modificó el mapa de la evasión. Ahora es la industria el sector que más evade. El 41 por ciento de las empresas a las que la AFIP les realizó ajustes este año fueron industrias. El monto reclamado superó los 1500 millones de pesos. Los sectores que concentran el mayor foco de evasión son: construcción, textil, calzado, indumentaria. Los métodos de evasión varían según el sector y van mutando a partir de los cambios tecnológicos y de los nuevos caminos que tienen que ir buscando los especialistas de las empresas cada vez que la AFIP mejora su eficiencia.

Pero hay una forma de evasión que no deja de crecer y que, según informes internacionales, se ha convertido en la principal preocupación de los entes recaudadores del mundo: las facturas truchas. Parece simple, pero es uno de los métodos más difíciles de controlar.

En las inspecciones de los últimos dos años la AFIP encontró realizando estas maniobras a las principales empresas de servicios públicos, industrias, bancos y hasta productoras de televisión de primer nivel y fama.

Las compran para así presentar más gastos y pagar menos ganancias. Sus proveedores son usinas de facturas apócrifas sin domicilio fijo y con conexiones al más alto nivel.

En 2001 la evasión en el IVA era del 30 por ciento, en la actualidad disminuyó al 21 por ciento, una de las más bajas de Latinoamérica. Hace cuatro años el impuesto a las Ganancias representaba el 2,7 por ciento del PBI, este año llegará al 6 por ciento.

Según el titular de la AFIP, la mejora se debe «al aumento de la actividad, a una mejor predisposición de los contribuyentes a tributar y a una mejora en la eficiencia general del ente recaudador».

La evasión alcanza los 55 mil millones de pesos, diez veces el presupuesto en Salud.

Más que la salud

Sólo con lo que se evade de IVA se podría triplicar el presupuesto en Salud. La AFIP estima esa cifra para 2007 en 16.507 millones de pesos. Luego de más de 12 mil ajustes por evasión realizados en el año en curso, el ente recaudador calcula que el monto que se evade en el impuesto a las Ganancias puede llegar a duplicar al de IVA.

En Seguridad Social el incumplimiento es del 35%, concentrado en los ingresos más bajos, por lo que se estima en algo menos de 10 mil millones de pesos.

En síntesis, a pesar de que en los últimos cuatro años la AFIP redujo la evasión significativamente, sólo en estos tres conceptos, los más fáciles de evadir, el fisco deja de percibir anualmente casi 55 mil millones de pesos, suficiente para duplicar el monto de todas las jubilaciones y pensiones.

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