Perdió Crucero en Paraná y ahora comparte la punta

Pegó primero y lo liquidó. Patronato se llevó un triunfo muy festejado ante su gente, al superar por la mínima diferencia a Crucero del Norte, en el partido que cerró la competencia oficial 2007. A los 2 minutos de juego, un soberbio cabezazo de Andrade, en el anticipo ofensivo, descolocó a todo el elenco misionero que estaba preparado para asimilar un golpe, pero no tan rápido.

Con la madrugadora ventaja y cinco mil almas delirando por un triunfo parcial en el partido que todo Paraná lo calificó como «El Partido del Año», la formación misionera entró en un nerviosismo generalizado que se llevó puesto a Dardo Romero, quien con la vehemencia que lo caracteriza, fue a disputar una pelota cerca del córner con el volante de Díaz, y del choque el juez Marconi juzgó un golpe descalificador del defensor misionero y ya a los 24 minutos, Crucero se quedaba con uno menos. A todas las bajas que viene arrastrando este equipo, por lesiones y suspensiones, se sumó la de un jugador símbolo en un momento caliente.

Patronato intentó aprovechar la confusión del visitante y se fue como una tromba hasta el arco de Doello, quien respondió muy bien dos veces cuando lo exigieron abajo, igual que cuando le tocó salir a cortar centros que salían desde los dos costados. A Crucero por su parte le costaba encontrar la pelota en el medio y la diferencia de velocidad entre uno y otro equipo en ese sector de la cancha era notable. Con la salida de Dardo, Crucero se acomodó con Brítez por derecha, Sotelo se corrió a su posición original de volante por la izquierda y Piñeyro bajó a la posición de Dardo. Con ese esquema, al equipo de Salinas le costó generar situaciones de gol.

En el segundo tiempo El Colectivero fue un homenaje a la entrega y el esfuerzo. A pesar de la desventaja, fue al frente, se plantó bien en el medio.

El objetivo estaba claro, Crucero quería aguantar la desventaja mínima pero lejos del arco de Doello y con la pelota. En ese rubro fue importante la performance de Sotelo, quien se la jugó varias veces por su carril y generó algunas acciones de riesgo, pero apareció la inesperada figura del árbitro Marconi, sancionando todas las dudosas para Patronato y cobrando infracciones increíbles, siempre para el local. Esa situación exasperó a los misioneros, quienes de todas maneras se mantuvieron concentrados en el partido y evitaron fricciones para que otro jugador recibiera la roja.

Fue fundamental en la segunda parte dos salvadas sobre la línea de Aldecoa y tres apariciones de Doello para evitar el grito de un público entrerriano que recién comenzó a cantar cuando le quedaban muy pocos minutos al juego y en el estadio sobrevolaba el temor de alguna reacción de Crucero.

Ganó Patronato porque encontró un gol muy rápido y contó con la ventaja de un hombre más un tiempo y medio. A Crucero no le dejaron desplegar su fútbol pero mostró una emocionante entrega que compensó varias bajas obligadas en el equipo y que forman parte de la columna vertebral.

Cuando recupere a todos los jugadores y repita la actitud mostrada en el segundo tiempo en Patronato, Crucero encontrará el rumbo de la victoria, ese que lo mantiene al tope de la tabla de posiciones en la zona B.

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