Semblanza del nuevo Gobierno

Juró a las 10:30. Una hora después volaba a a la asunción de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y participó de los actos protocolares de recambio institucional. Esa misma noche ya estaba en Posadas analizando sus primeros pasos junto a un grupo de colaboradores.

El gobernador Maurice Closs está decidido a imprimirle ejecutividad a su gestión desde el primer minuto y es el primero en dar el ejemplo. También, en liderar la apertura al diálogo y a la búsqueda de consenso. Por eso, el martes a las 11 dio su primera conferencia de prensa en la remozada Sala de Situación de Casa de Gobierno, lugar que estaba prácticamente en desuso.

Armó un gabinete que demuestra a las claras la continuidad de la política y la profundización de la búsqueda de la cohesión de la Renovación.

Y tal como se anticipó en esta columna, el enroque fue la principal movida. Closs dejó en la primera línea a los representantes de lo que entiende es el éxito de la aplicación de las políticas del Gobierno. Pero abajo, oxigena todo.

Según sus allegados, no está dispuesto a aceptar el aburguesamiento de las estructuras ni la ineficiencia que se instala cuando la gestión se burocratiza. Los cambios responden a dinamizar el Gobierno que da sus primeros pasos. Las segundas líneas mantienen casi los mismos nombres, pero la mayoría cambia de puestos: Roberto Chas Roubineau, segundo de Salud, será subsecretario de Asuntos Municipales; Curi se hará cargo del Centro del Conocimiento; Silvana Labat ascenderá a la jefatura del Instituto Provincial de Estadística y Censos en lugar de Raúl Castaño, que ya desembarcó en la conducción de Multimedios; entre otros puestos.

Ya se reunió con los ministros, los escuchó con atención y en general, a diferencia de otros gobernantes, les dejó proponer y elegir a sus secretarios. Quiere equipo y no internas en los ministerios. A la vez, llena de responsabilidad a los titulares de las distintas carteras, por el cumplimiento o no de los objetivos.

En el marco de la ejecutividad debe leerse también la reunión con el candidato a gobernador de Itapuá, Juan Afara, y con varios intendentes que ya pasaron por su despacho. Con el postulante paraguayo, quien tiene grandes chances de ser elegido, analizó cómo mejorar la integración de la mano de obras conjuntas y comenzar a pensar a Posadas y Encarnación como un único destino turístico. Las coincidencias van más allá de las cuestiones económicas, ya que comparten una visión política que puede potenciar los vínculos regionales.

El gobernador hará una verdadera cruzada por el crecimiento del turismo y promoverá un profundo debate por la búsqueda de soluciones a la crisis energética, en la que la represa de Corpus, es tan sólo una alternativa. Se quejó públicamente varias veces por la actitud de Aerolíneas Argentinas, que suspendió vuelos a Posadas y comprometió su respaldo a la iniciativa de Aero Iguazú, de la empresa Crucero del Norte, para que logre la autorización para volar entre Iguazú, Posadas y Buenos Aires, dos veces por día.

El cambio, de todos modos, está en las formas. En el fondo y en el trazo grueso, la coincidencia con Carlos Rovira es plena. En el acto de asunción de los ministros en el recién inaugurado Centro del Conocimiento, esa sintonía quedó plasmada ante los presentes. Las segundas líneas deberán observar esa sociedad casi afectuosa para no errarle al análisis que algunos siempre intentarán realizar acerca de la conducción del Gobierno por parte de un hombre de origen radical. Closs y Rovira hace tiempo superaron esas antinomias que a esta altura, para ellos, son nimiedades.

También los analistas deberán acostumbrarse a nuevos aditamentos a la hora de leer la realidad política. El viejo esquema de oficialistas y opositores en la vereda de enfrente, atrincherados en una postura ha desaparecido por la contundencia de los votos en reiteradas elecciones. Al igual que en el ámbito nacional, la convocatoria es al diálogo y al consenso. Más de una vez, en la Legislatura votarán juntos, descolocando a quien quiera seguir la actualidad como si fuera un superclásico.

Un ejemplo de ello lo dio un diputado que supo ser el enemigo número uno del Gobierno. Desnudó su alma en un diálogo íntimo con periodistas y reconoció que acompañará las decisiones que considere acertadas dejando atrás posturas irreductibles aunque ahora se lo cuestione.

El llamado al diálogo que hizo el gobierno no debe interpretarse erróneamente como pretende la oposición: está claro que no significa ceder espacios. El poder no se detenta. Sin embargo, el mismo oficialismo debería cuidar las formas. La polémica votación de los consejeros políticos del Consejo de la Magistratura, organismo de selección de los jueces misioneros, es una muestra. La Renovación como primera minoría, impuso también a dos diputados aliados por la segunda minoría, que había propuesto otros nombres para integrar el cuerpo colegiado. Está claro que la decisión no es ilegal, ya que tanto Luis Pires como Erico Álvarez representan al Frente para la Victoria en sus bancas, aunque ya no comparten sus postulados. Pires el jueves pidió la conformación de un bloque propio y Álvarez votó por el oficialismo y pide volver a sus filas.

El oficialismo parece estar dispuesto a poner a Esteban Lozina contra las cuerdas con una ley que él mismo votó y que determina que las bancas pueden ser reclamadas por los partidos si sus poseedores se postulan o se afilian a otro. El ex presidente de la Cámara, quien llegó a proponer la reforma constitucional para habilitar más de dos períodos al gobernador, asegura que el procedimiento es «inconstitucional», pese a que hace poco tiempo lo avaló. La decisión parece estar tomada, aunque no todos en la Renovación la compartan. Algunos consideran que sería un paso innecesario, ya que Lozina se ha quedado prácticamente solo, y expulsarlo podría impactar negativamente en la sociedad. Pero otros recuerdan el caso de Irene Garayo, quien fue expulsada por apoyar a la Renovación y trazan un paralelismo con Lozina, quien fracasó como candidato a intendente del Frente para la Victoria.

Pero el respaldo electoral avala el rumbo y los resultados de las políticas aplicadas en los últimos cuatro años sostienen las decisiones tomadas. Esta semana se conoció el índice de desempleo de todo el país. Misiones no sólo está cuarta entre los aglomerados con menor desocupación, sino que tocó un mínimo histórico de apenas 3,2 por ciento, menor que en los meses previos a la crisis de 2001, que disparó los indicadores a casi un 20 por ciento y por debajo de los mejores momentos de la Convertibilidad.

«La gente está mejor y la Renovación exhibe resultados. No se puede competir contra eso», admitió uno de los legisladores que hizo campaña en contra, pero que ahora flexibilizó su postura. Los empresarios también tienen esa mirada. En general, la mayoría prevé nuevas inversiones para el año que viene, aunque el temor principal -como lo fue este año- sea la inflación y la falta de energía.

La preocupación por la suba de los precios resultó acertada. En el último año, pese a una deflación en el promedio en noviembre, la inflación fue de 27,3 por ciento en el costo de la Canasta Básica de Subsistencia. Esa suba atenta contra el poder adquisitivo de los salarios, engrosa la línea de pobreza y repercute finalmente en el nivel de consumo, es decir, en la facturación de las empresas.

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