Rendimientos y potencialidades

Si se analiza el comportamiento de la cuenca en la última década, se observa que los niveles de productividad se mantuvieron en mismos promedios, salvo los años en que la sequía, el principal enemigo del cultivo, asoló con crudeza en toda la región. En el 2002 se registró un incremento del 20 por ciento.

En el 2003 se cultivaron 1200 nuevas hectáreas, pero la sequía echó a perder más del 70 por ciento, una situación que se repitió al año siguiente. El efecto a largo plazo que originó la escasez de lluvias (además del inmediato que fue la pérdida económica para la actividad) fue el temor entre los productores que se mostraron celosos a seguir apostando a las plantaciones.

Con un panorama distinto a raíz de las mejores condiciones pluviales, el año pasado la administración pudo adosar 580 nuevas hectáreas a la cuenca completando un total de 2700, que es la superficie productiva que provee de la materia prima al Ingenio Azucarero. «El colono recuperó la confianza y prácticamente sin ninguna ayuda crediticia se largó la plantar», sostuvo Martínez, quien está al frente de la administración del Ingenio desde el 2003.

«Pero esas 580 nuevas hectáreas recuperadas no garantizan un incremento del volumen de producción porque lo que se hizo fue suplantar las socas (rama de una planta de caña cortada en zafras anteriores). Para aumentar los niveles productivos el año pasado debería haberse cultivado en 1000 hectáreas por lo menos», aclara el administrador

Para pegar un salto cuantitativo definitivo, Martínez cree que deberían cultivarse como mínimo en unas 1500 hectáreas más de lo que hoy tiene la cuenca: es decir llegar a las 4200 hectáreas totales.

La fábrica tiene una capacidad de procesamiento de 120.000.000 kilogramos de caña de azúcar. Hoy el área cultivada genera sólo el 50 por ciento de la materia prima que se requiere en la industria.

Haciendo cálculos, Martínez vaticinó que las 1100 nuevas hectáreas a ocupar proveerán 70.000 toneladas de materia prima anuales a partir del 2008, que «sumado a las 50.000 toneladas de rendimiento actual estaríamos llegando a la capacidad máxima de procesamiento del ingenio». El rendimiento promedio por hectáreas está estimado en 70.000 kilos de caña de azúcar.

El 90 por ciento del azúcar que sale al mercado es orgánica y se destina al mercado europeo, especialmente a Francia, Alemania e Italia. El resto se comercializa en la provincia a través de una cadena mayorista.

Uno de los datos más interesantes es que el cultivo se asienta sobre una región de 23 mil hectáreas certificadas como orgánicas; es decir que el control de malezas y la fertilización se realiza sin utilizar agroquímicos. Esta es una de las principales ventajas de la actividad azucarera en Misiones, ya que el mercado internacional le otorga valor agregado las prácticas agrícolas conservacionistas.

Precios

La cuenca cañera conformada por diez municipios involucra a 633 productores, que cultivan en una superficie de 2700 hectáreas. Un promedio de 4 hectáreas cada uno.

En la campaña anterior los precios oscilaron los 47 pesos la tonelada del producto convencional y 57 la variedad orgánica, más un plus vinculado al rendimiento y registro de azúcar en la planta. Así algunos cañeros llegaron a percibir el año pasado hasta 70 pesos por tonelada.

En la planta industrial trabajan 57 operarios de planta permanente mientras que aproximadamente 130 se incorporan como contratados en la etapa fuerte de la cosecha, que arranca en los meses de junio-julio.

La administración de la fábrica está en manos del Ifai, que también se encarga de la comercialización.

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