La reunión fue promovida ante el aumento de robos a comercios
registrado desde la segunda mitad del año pasado. Con la activa participación de comerciantes de esta ciudad, se realizó la primera disertación sobre seguridad urbana y comercial. El encuentro se desarrolló en la sede de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) y contó con la exposición del Comisario Mayor Walter Milogis. En su alocución, el alto oficial de la policía provincial se refirió al necesario cambio de prácticas comerciales en la ciudad, para desalentar hechos delictivos.
«A mi me pasó escuchar como en un comercio el gerente le decía a un cobrador que pase a la tarde que le tendría la plata preparada. Y eso es casí una invitación para un delincuente. También están los comercios que dejan las llaves atrás de la puerta y bastan segundos para que un delincuente le ponga una plastilina y le saque una copias. Después se sorprenden porque no saben como entraron a su local», ejemplificó el comisario.
Milogis destacó el trabajo desde la policía comunitaria, departamento creado hace tres años con la finalidad de promover la participación de los ciudadanos en la prevención de delitos. «En ciudades donde la indiferencia es alta, allí también la delincuencia será alta», evalúo Milogis tras el pedido de activa colaboración de los presentes para tomar medidas que desalienten o impidan el accionar de los delincuentes.
Alerta
En la reunión, los comerciantes presentes reprocharon al oficial los altos costos de equipos de seguridad, como cámaras de filmación a los que no pueden acceder muchos pequeños comercios. «¿Tenemos que pagar 2000 pesos para tener seguridad?», preguntó un presente. Ante ello Milogis mostró un equipo de filmación básico con un costo muy inferior. «Cuando un delincuente se siente observado lo piensa muchas veces antes de entrar a robar», remarcó el disertante. Asimismo y para destacar la poca necesidad de inversiones para estar más seguros, dio ejemplos a propietarios y empleados de cómo observar el ingreso de los clientes, intentando detectar actitudes sospechosas.
«En mi comercio entraban a robar entre dos o más personas, una tenía la finalidad de distraer mientras la otra (casi siempre una mujer) escondía lo que robaba entre sus ropas. Cuando lo descubrimos, pusimos a otro empleado en la puerta que la cerraba cuando entraba mucha gente y la abría cuando cada cliente pedía salir, así evitamos más robos», aportó un comerciante.
Los oficiales de la fuerza serán los próximos oradores en las reuniones, que se harán mensualmente en la sede de la CCIP.
