El principal aspecto impulsado se centra en la reforma del sistema de enjuiciamiento. Se promueve un cambio radical en el rol, organización y funcionamiento de los principales actores del proceso penal: el juez y el fiscal.
El proyecto del oficialismo tiende a superar el concepto de «instrucción mixto», que permite al juez ejercer en forma simultánea la facultad de investigación y de asegurar los derechos del imputado.
El sistema mixto de instrucción, que hoy rige, «desnaturaliza el rol del fiscal, como la posibilidad de garantizar un equilibrado juzgamiento de las
pretensiones propias de una efectiva defensa material», aseguró el grupo de trabajo que proyecto la reforma del sistema judicial criminal federal. De esa manera, proponen privar al juez del deber de investigar y promover la acción al fiscal, reservándole la obligación de «velar por la garantía de los derechos fundamentales». Así, el fiscal centraría su actividad en la investigación. Este nuevo código pertenece a la corriente reformista que intenta dejar atrás el sistema mixto con resabios inquisitivos, para aproximarse cada vez más al sistema acusatorio, adecuándose al modelo de enjuiciamiento procesal penal impuesto por la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales.
Reforma judicial: impulsarán el sistema acusatorio en Misiones
