En el avant premier del filme, realizado ayer, el director Gastón Gularte agradeció el profesionalismo de su equipo y el apoyo de las empresas.
Garantía. Actores reconocidos y paisajes únicos dan fe de una buena producción.
El filme «Detrás del sol, más cielo» constituye el primer largometraje de ficción de la región, que tiene un costo aproximado de un millón de pesos. Se realizó ayer el avant premier, y el viernes ya podrá verlo el público en general en las salas del cine del shopping capitalino.
«Es un costo bastante económico para ser una producción argentina. Normalmente el costo de una película realizada en 35 mm ronda en Argentina en 500 mil, 600 mil a un millón de dólares. Pero hubo aportes. Nosotros logramos que empresas de acá aportaran a través de servicios. Esto hizo que logremos bajar costos reales. En Paraguay hubo una inversión aproximada de unos 60 mil pesos. El trabajo con Paraguay no fue una cuestión de conveniencia, sino una decisión ideológica. Después el Gobierno de la provincia aportó 300 mil pesos. Tuvimos un crédito del Instituto de Cine de 400 mil pesos. Y hubo aportes de empresas, de gente y nuestros para llegar a ese monto», explicó Gularte. Participaron en este filme los reconocidos actores Víctor Laplace, Lito Cruz, Carlos Álvarez Novoa y Jesús Pérez.
Argumento
Una representación bastante cruda de la realidad, en la que conviven las chiperas, contrabandistas, paseras, tareferos, pescadores, «curepas», efectivos que se creen dueños del mundo. En ese mundo humilde y callado crece Antonio (Lucas Perez Campos), quien trabaja en un bar del pueblo y en sus ratos libres dibuja. Es un joven que tiene el sueño de ir a Asunción, encontrar a su padre que trabaja allí, y cambiar de vida. En esta proyección lo acompaña su amigo Pablo (Marcelo Martínez Gini), con quien deciden juntar dinero para poder concretar el viaje. Pero como conseguir el dinero cuesta, el contrabando sigue siendo una alternativa rápida y tentadora.
A poco de realizar su ansiado viaje Antonio conoce a Sol, una bella joven que vive junto a su familia en el pueblo, que se sumará al proyecto de cambio de vida. Los obstáculos en el camino se sucederán en todo el filme, en la lucha por alcanzar un sueño casi imposible.
«Nuestra realidad es bastante compleja. Lo que quisimos intentar hacer es lograr que una cara, o parte de esta realidad sea mostrada con un intento de vuelo poético en una búsqueda poética. Es una opción y una decisión. No mostrar la realidad cruda, sino tratar de darle una vueltita de rosca y mostrarla de otra manera. Pero todas las decisiones estéticas son válidas mientras se sigue produciendo y se haga cine.
El rodaje se realizó en Posadas, en un galpón en la avenida San Martín se hizo interiores. Y en frente hay un lugar que se llama «El Acuerdo», donde se hicieron las escenas del monte. Después se filmó en el puerto de Candelaria. La escena en que Antonio va para ocupar el teléfono, es lo que fue la Prefectura de Candelaria, que va a quedar bajo agua. Lo que es noche de río se hizo en Santa Ana. Y en Gruta India, Garuhapé, en el salto Klisiuk.
Perlitas
Durante el rodaje se advirtieron «guiños» para con el público misionero, con la presencia de personajes reconocidos en el ambiente como Hugo Andrada (director de la sala Tempo) conversando con Laplace, Bernardo Neumann (artista plástico), Buki Rosa (director centro cultural Laberintos) en una escena con Lito Cruz y Marcelo Reinoso (de Kossa Nostra) jugando a las cartas.
Misión Cine
El director Gastón Gularte aprovechó la oportunidad para lanzar el proyecto educativo Misión Cine, por el que, acompañado de una cartilla didáctica, alumnos de las escuelas de Posadas de 13 a 15 años visiten el cine con un triple objetivo: «Que vean cine en el cine; que a través de la escuela se vaya reconociendo lo que es el cine argentino como algo que hay que ver; y tratar de fomentar en las escuelas que los niños adquieran un pequeño manejo de lo que es la actitud crítica y la discusión». En diez días ya estarían los chicos visitando el cine en el marco de este proyecto.
