Forestadores de Misiones y Corrientes no podrán llevar madera ni chips a ninguna celulósica de Uruguay porque Entre Ríos prohibió el ingreso a su territorio de materia prima para esas industrias. En el marco de la fuerte polémica por las pasteras proyectadas en Uruguay, Entre Ríos aprobó una ley que prohíbe a empresas de esa provincia la venta de materia prima a la mencionada fábrica y además impide el ingreso a territorio entrerriano de madera no elaborada y chips con destino al país vecino. Esta norma virtualmente imposibilita a las firmas forestales de Misiones y Corrientes vender raleo a las celulósicas de Uruguay, ya que para llegar a ese país obligatoriamente las cargas deben transitar por Entre Ríos.
La norma, cuya aplicación ya confirmó el gobernador entrerriano Jorge Busti, declara «que la venta y/o salida de rollizos (madera sin procesos industriales proveniente de bosques implantados) y chips (astillas de madera) destinados a la exportación como materia prima para empresas fabricantes de pasta celulósica que generan residuos contaminantes, lesiona los derechos de los ciudadanos entrerrianos consagrados en los Artículos 41º de la Constitución Nacional y 5º de la Constitución Provincial».
Teniendo en cuenta ese argumento, la ley establece que «con la finalidad de preservar los derechos ciudadanos a un ambiente sano no se permitirá a las empresas radicadas en la Provincia de Entre Ríos la venta de rollizos o chips, en forma directa o indirecta, a las industrias establecidas o que se establezcan en la República Oriental del Uruguay, cuya finalidad es la producción de pasta celulósica con procesos químicos o semiquímicos. Asimismo se prohíbe el ingreso a la provincia de rollizos o chips de madera transportada con destino a dichas industrias».
Rechazo empresario
El bloqueo comercial impuesto por Entre Ríos bajo la presión de los asambleístas de Gualeguaychú, generó un fuerte rechazo por parte de las organizaciones empresarias del sector forestal. En ese sentido, Jorge Scarpa, miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Forestal Argentina (AfoA) y encargado de las publicaciones técnicas de tal entidad consideró que la restricción al comercio provocará que «el precio de los rollos de madera y de los chips se reduzca, lo cual favorecería sin dudas a algunas empresas que tendrán acceso a materia prima a menor valor, en detrimento de todos los forestadores».
El directivo de Afoa destacó que la posibilidad de vender raleo a las pasteras de Uruguay abriría nuevas posibilidades para los productores. «Hay forestadores de Corrientes y Misiones que deben pasar por Entre Ríos para llegar a Uruguay, así como productores del Delta que están muy preocupados por la posibilidad de que esto repercuta negativamente en una posibilidad futura de mercado».
Esta ley «perjudicará a más de 700 pequeños y medianos productores» y terminará beneficiando «a cuatro o cinco empresas», señaló, al tiempo que advirtió que la norma «sin lugar a dudas generará desocupación, ya que ésta es una actividad que genera una gran cantidad de fuentes de trabajo».
Más adelante, explicó que «Botnia no requiere necesariamente de la madera argentina para su funcionamiento. Tiene en Uruguay más de 600 mil hectáreas disponibles, cinco veces más de lo que tiene forestado la provincia de Entre Ríos. Por ello esta ley perjudicará sin dudas a más de 300 pequeños y medianos productores del Delta entrerriano y alrededor de 500 en el norte de la provincia, sin afectar las inversiones en el Uruguay y poniendo en riesgo la oferta de madera de grandes diámetros (alta calidad) a futuro».
