Se viene la pelea del siglo: De la Hoya – Mayweather

De la Hoya. El nacido en Los Ángeles quiere estar nuevamente bien arriba.

De la Hoya. El nacido en Los Ángeles quiere estar nuevamente bien arriba.

(Gentileza Horacio Camberio, exclusivo para Misiones On Line) Floyd Mayweather Jr. desafió a Óscar De la Hoya en lo que fue la última parada de la gira promocional de «El mundo espera», contienda que ambos sostendrán por la corona superwelter el 5 de mayo en Las Vegas.

Desde muy temprano, el casino MGM Grand, considerado el hotel más grande del mundo, reservado usualmente para el glamour de los artistas y la curiosidad de los turistas, estuvo repleto de aficionados que coreaban por De la Hoya.

La entrada para los periodistas se asemejaba a la entrada a un club nocturno, en una conferencia de prensa con el toque y sabor que sólo puede brindar la ciudad mundial del entretenimiento y Capital del Boxeo.

Luego llegaron los protagonistas, con lujo de provocaciones:

«Te voy a poner de espaldas, vas a caer sentado, vas a caer de cabeza», se dirigió Mayweather Jr. a De la Hoya, quien estaba sentado a escasos centímetros.

Sin embargo, Mayweather (37-0, 24 knock outs) tenía reservado lo mejor para la última parada de las 11 ciudades que visitaron.

Pura confianza

El denominado «mejor boxeador libra por libra del boxeo», de forma arrogante, a la hora de subir al podio sacó una jaula que decía «La niña de oro», mofándose del sobrenombre que dio a conocer mundialmente a De la Hoya (38-4, 30 knock outs) y de ahí una gallina.

«Todos ahora pueden decir que Mayweather es malo, que es arrogante, que yo soy todo lo que ustedes quieran, pero el día de la pelea, tomen sus fotos y graben esto… el día de la pelea van a ver a De la Hoya ser el número 38 en mi lista», afirmó Mayweather, quien ha despachado a los 37 boxeadores que ha enfrentado en su invicta carrera.

Con su usual serenidad, «El Golden Boy» prometió llegar en plena capacidad física para el compromiso y respondió: «El 5 de mayo voy a llegar con todo, te voy a dar un momento humillante, siempre sucede así», auguró el nacido en el Este de Los Ángeles, amigo del taekwondista misionero Hugo Márquez.

Ya después de la conferencia de prensa y en tono mucho más serio, Freddie Roach, entrenador del «Golden Boy», dijo que De la Hoya tiene que presionar a Mayweather Jr., ya que es un peleador muy movedizo.

Además, el también entrenador de cabecera del filipino Manny Pacquiao, señaló que no le preocupa en nada la supuesta alianza entre Floyd Mayweather padre, ex entrenador de De la Hoya, y Mayweather hijo.

«Yo creo que está bien que se junten, porque la sangre siempre llama, por eso Óscar se decidió por él en un inicio», expresó Roach, quien aclaró que la gente verá a un De la Hoya diferente bajo su mando.

Entre los presentes, había otro hombre tan calmado como De la Hoya, su hermano Joel, quien estará en la esquina de su hermano para el trascendental pleito. «Yo estoy consciente que Óscar tiene más ventaja. Floyd nada más tiene la velocidad, no tiene la consistencia, no tiene la pegada que Óscar tiene… Floyd no pudo noquear al último oponente que tuvo, y que no boxeaba, al de Argentina (Carlos Baldomir)», recordó.

No pudo el «Mono» Rodríguez

En la pelea de fondo realizada en Caseros y con un fallo dividido y polémico, el boxeador eldoradense cayó por puntos ante el chaqueño Sergio Benítez, en la pelea del pasado sábado. Fue su primera derrota en el profesionalismo.

El chaqueño Sergio Benítez (62,700 kilos) fue quien venció al «mono» por puntos en 10 vueltas, tras fallo dividido y polémico, al boxeador eldoradense Martín Rodríguez (62,300), a quien le quitó el invicto, en el combate estelar de la velada desarrollada en la madrugada de ayer en el Cedem 1 de la ciudad de Caseros.

Los jueces fallaron con estos guarismos, el combate que estuvo encuadrado dentro de la divisional superligero: Héctor Miguel 96 a 94, Omar Fernández 98 a 94, mientras que Juan Carlos Palmieri vio ganar a Rodríguez por 98 a 93.

El misionero salió a ganar el centro del cuadrilátero, pero lo hizo con mucha desprolijidad ante un rival que a pesar de tener más peleas perdidas que ganadas (13 contra 10), sabe como complicarles las peleas a sus rivales, y en este caso lo concretó.

Benítez trabajó de contra y en especial «ensució» la pelea y llevó al prometedor púgil del Misiones a su terreno.

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