Con todo. Plastimi y Banco Macro disputaron el partido con el corazón.
En el inicio del tercer partido de la gran final del Torneo Clausura, Banco Macro empezó ganando, pero Plastimi empató y lo dio vuelta en el alargue. Luego, los «azules» festejaron porque Nimeth atajó un libre sin barrera a 17 segundos del final.
Ambos llegaron a la última instancia porque son dos grandes equipos y dejaron todo en la cancha para llevarse el título. Pudo ser para cualquiera de los dos, y no era justo que ninguno de los dos perdiera. Cuando terminó la fase regular Plastimi parecía encaminado a la obtención cómoda del torneo, pero Banco, que no había terminado el primer segmento de la mejor manera, levantó mucho su rendimiento en los play-offs y se vio fortalecido por las circunstancias difíciles que superó.
En los minutos iniciales todo fue de los plásticos, con Rafael Romero que le ponía velocidad y habilidad a los ataques de su equipo. Con la firmeza de González y Raúl Fernández en el fondo, Plastimi se hacía fuerte y complicaba a un Macro estático y muy retrasado. Pero poco a poco Bruno Ruíz Díaz comenzó a hacerse dueño de la pelota, el ingreso de López le otorgó más movilidad, y entonces la segunda mitad del primer tiempo fue de Banco. Tanto que se puso en ventaja y siguió empleando su dupla de ataque López-Ozuna para llevar peligro al arco de Caviaz.
La segunda etapa, al igual que en el partido de vuelta, tuvo un trámite muy diferente del de la primera. El encuentro se hizo de ida y vuelta, entretenido y con más espacios. Pese a tener más motivos para buscar la valla rival, Plastimisiguió paciente esperando su oportunidad. Macro tuvo que recurrir a los suplentes porque el cansancio de tantos partidos seguidos se empezó a hacer sentir. Y los «azules» llegaron al empate, ambos perdieron jugadores por expulsiones, y como resultado, los últimos minutos fueron muy intensos.
Se destacó allí la inmensa figura de la «Bruja» Mattos para salvar en unas cuantas oportunidades a su arco. Así se cumplieron los 20 minutos regulares y, como marca el reglamento, se puso en marcha el alargue, dividido en dos tiempos de 5 minutos.
Nadie quería arriesgar más de la cuenta por todo lo que estaba en juego. El empate marcaba la real paridad entre los equipos, y ambos sabían que el que se equivocara ponía en riesgo el título. Y se equivocó Banco en la salida, y Diego Fernández no perdonó. 2 a 1 todo el segundo suplementario para el infarto. Los amarillos iban al frente con lo que les quedaba, con mucha garra, buen juego hasta donde se podía y un corazón enorme. Plastimi, astuto, se cerraba bien, dormía la pelota y cada tanto metía una contra.
Plastimi es el nuevo campeón del fútbol de salón posadeño, premio al trabajo serio y sacrificado. Lo de Banco también es muy meritorio por todo lo expuesto, y sería injusto decir que se retiró perdedor.
Gentileza: solo futsal
