Se renuevan las cargadas por el Día de los Inocentes

La tradición en el sentido pagano reza que no hay que creer nada de lo que se dice o se publica hoy. Incluso, advierten que no se debe prestar ningún bien, mucho menos plata, porque no tendrá devolución.

Proliferación. Se multiplican año a año las bromas y trucos.

Proliferación. Se multiplican año a año las bromas y trucos.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]Es una tradición que tiene los orígenes en la matanza de niños del rey Herodes, que quería asesinar a Jesús[/su_note]El Día de los Inocentes puede ser clave en la vida cotidiana de muchos, más aún cuando en los recuerdos se albergan bromas y engaños pesados de toda índole. Las más comunes por el sentido pagano que tiene hoy día la fiesta suelen ser: pagan el doble aguinaldo, espero un bebé, te llamó tu amor imposible y poner sal en lugar de azúcar en el desayuno. Y las picardías se multiplican también a los medios de comunicación.

En el país, como en casi todos los de habla hispana, es costumbre realizar bromas de toda índole. Los medios de prensa hacen bromas o tergiversan su contenido de modo tal que la información parezca real. Se trata de una libertad que se dan los medios para dar rienda suelta a su sentido del humor, oportunidad que solamente tienen una vez al año. Es tradición que los periódicos publiquen páginas enteras de noticias cómicas, con la advertencia de que es Día de los Inocentes, que van desde las que son una obvia mofa a cualquier suceso reciente, hasta las que parecen serias y engrupen a lectores desprevenidos.

También es importante recordar que no se debe prestar ningún bien, sea objeto o dinero, pues el prestatario es libre de apropiarse de los bienes sin devolución alguna. Esta forma de festejo ha venido a menos en años recientes y ya no es usual que la gente pida prestado con la esperanza de que el prestador no recuerde la fecha y se le pueda burlar con la popular frase: «Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar».

En realidad, la celebración del Día de los Inocentes es una tradición que tiene los orígenes en la leyenda de la matanza de niños que ordenó el rey Herodes con el objetivo de asesinar al Niño Jesús. También, esta fiesta popular tiene un origen pagano que nació en la Edad Media, cuando durante este día, preludio del Carnaval, el desenfreno y el jolgorio eran los protagonistas, ya que todo estaba permitido y la culpa no recaía en nadie.

Inocentes y de las otras

«Siempre hinchamos con que alguien se casaba o que te aumentaban el sueldo… o con el doble aguinaldo», contó Verónica, una excéntrica chistosa de Posadas. «En una oportunidad le dije a una amiga que después de las 12 deje el celular cerca de su novio y que se entre a bañar….. y ahí yo le mandé un mensaje de texto diciéndole: ya le dijiste a tu novio que va a ser papá?», agregó Verónica.

Norma se sumó con una de las bromas gastada a su hermana menor. «Toda la familia decidió ser cómplice para hacer la broma a la bambina del clan y le dijeron que había llamado alguien que era el amor imposible de ella, por lo cual quedó histérica durante todo el día esperando que vuelva a llamar. Luego de verla sufrir con la espera, la familia le dijo que la inocencia te valga Laurita».

Cristian, en cambio, integra la lista de los desprevenidos. Recordó que una vez «una amiga llamó a casa y llorando me dijo que se iba a otra provincia!!! Estuvo lamentándose un rato. Después me dijo ¡¡feliz día de los inocentes!! y yo le dije que!!?».

«Ya lo tengo pensadito. Le voy a hacer llegar una nota intimidatoria a Fer (el marido) diciéndole que se salio favorecido con algún premio», dijo Gladis.

Para recordar

«Era una fiesta, muy linda y paqueta… Yo tenía un vestido rojo muy fino, y cuando mi novio fue a buscarme, se apareció con un paquete de regalo… Yo estaba esperándolo en la casa de una tía. Ese paquete era enviado (supuestamente) por mi suegra…. Imagináte qué bárbaro venía todo, bueno, el regalo era para lucir con el vestido en esa fiesta… Abro el paquete y era una cartera del año 1300. Nadie se reía… todo era muy serio, el regalo era de mi suegra… Así que no hice comentario alguno pero mi cara se desfiguró… ¡porque la cartera era hooorrriiiblllee!. Y yo no la quería usar, así que dije que no me sentía bien que me había descompuesto y me largué a llorar. La cartera era un regalo de mi suegra, y yo no quería salir a esa fiesta con ese espanto de bolso, porque era un bolso, no una cartera… Y entonces se empezaron a reír, era una broma, la genio de la idea fue mi tía Chiqui…», recordó Carina como reviviendo ese momento que nunca olvidará.

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