«Mente fantasiosa»

Hace una semana, un medio publicó una noticia sobre la «paralización» de todas las causas que analiza el Tribunal de Cuentas que tienen además una denuncia penal. Supuestamente, la orden de frenar todas las investigaciones partió del propio Cabral, como fiscal superior del organismo.
En realidad, la opinión de Cabral era mucho más amplia sobre una denuncia de malversación de fondos en el municipio de Garupá y recomendaba, antes de seguir con el procedimiento administrativo, citar a la concejala denunciante para que aporte los datos de la causa penal. «Este Tribunal se encontraría impedido de avanzar en sede administrativa sin antes tener sentencia penal condenatoria o absolutoria», opinó Cabral.
Supuestamente, la opinión de Cabral había sorprendido a todos los funcionarios del Tribunal de Cuentas y al propio presidente, Pedro Perpetuo Forés, quien, según la nota, había dicho que «esto es una barbaridad». Los asesores convocados por Forés para analizar las opiniones de Cabral resaltaron que no compartían la opinión del fiscal superior porque «el pronunciamiento del Tribunal de Cuentas es previo a toda acción judicial tendiente a hacer efectiva la responsabilidad civil de los agentes de la administración pública».
El propio Forés desmintió la comunicación con el medio que escribió la historia y calificó a la nota como fruto de una «mente fantasiosa, más afecta a escribir novelas que a relatar la simple y poco interesante realidad».
Paradójicamente, la nota se basa en el análisis de una causa que no sólo no se paralizó -la denuncia de malversación de fondos en Garupá en el año 2000-, sino unos días antes de su publicación, se ordenó iniciar un juicio administrativo de responsabilidad.