Crucero consiguió un lugar en el privilegiado grupo de nueve equipos que, anticipadamente, se metieron en la segunda fase del exigente torneo Argentino B de Fútbol. Aún cuando resta todo el Clausura, «el colectivero» ya quedó a cuatro partidos de pegar otro salto de calidad: el ascenso al Argentino A.
Festejo colectivero. Los jugadores de Crucero quieren seguir celebrando y llegar al torneo más federal de todos.
Crucero consiguió un lugar en el privilegiado grupo de nueve equipos que, anticipadamente, se metieron en la segunda fase del exigente torneo Argentino B de Fútbol. Aún cuando resta todo el Clausura, «el colectivero» ya quedó a cuatro partidos de pegar otro salto de calidad: el ascenso al Argentino A.
El logro conseguido en Morteros, Córdoba, está sustentado en el mancomunado esfuerzo de las tres patas fundamentales para llevar adelante el proyecto: jugadores, cuerpo técnico y dirigentes.
Los jugadores entendieron el mensaje del entrenador de afrontar cada partido como si fuera el último, en cualquier cancha y ante cualquier rival. No abundaron las protestas, el número de expulsados en relación al campeonato anterior bajó considerablemente y ante 9 de Julio, en la revancha jugada el domingo, quedó demostrado la solidaridad que tiene el equipo para defender, recuperar la pelota y atacar.
Dura, pero buena campaña
Mientras la mayoría de la prensa misionera hablaba de lo bien que se reforzó Guaraní y del plus que tenía Candelaria por venir de una categoría superior, Crucero se preparó a conciencia, con una pretemporada que duró varios meses y que contó con un amistoso de jerarquía ante San Lorenzo de Almagro.
El arranque fue dubitativo porque Gabriel Mosevich, un codiciado defensor de la categoría, sólo jugó media hora por la rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla. Y enseguida se sumó Suligoy con un desgarro, Dardo Romero venía con un problema físico de la pretemporada, lo mismo que Darío Piñeyro y semanas después Pedro Brítez debió parar por una lesión importante. Santa Cruz se perdió un par de encuentros por un accidente en la práctica, Saucedo lo reemplazó y después estuvo un par de encuentros afuera por un problema en la vista y recientemente Mariano Medrano sufrió una fractura en el empeine que lo marginará un par de meses.
Pese al plantel reducido, el más corto de la categoría, el conjunto de Santa Inés obtuvo los siguientes resultados: jugó 16 partidos, de los cuales ganó 7; empató 7 y perdió 2. Marcó 20 goles y recibió 11. Promovió a juveniles como Cristian y Gerardo Gutiérrez, Matías Salazar, Mario Arriola y Dario Salazar y, además, recuperó para el fútbol misionero un jugador de clase internacional como Sergio Recalde.
De esta manera, los dirigidos por Miguel Salinas intentarán seguir con estos resultados en la siguiente temporada que será aún más complicada que la que acaba de pasar. Sin embargo, los misioneros dejarán todo en la cancha para estar en el Argentino «A».
La final de la Liga se juega hoy a las 17
Guaraní Antonio Franco y Atlético Misiones jugarán la tercera final del torneo Clausura de la Liga Posadeña de Fútbol, hoy a las 17 en el estadio de Jorge Gibson Brown.
En principio el árbitro elegido para dirigir el partido es Néstor Pittana, pero su confirmación está supeditada a si es designado o no para la final del Argentino A que se jugará mañana. En orden de mérito lo siguen Edilio Castillo, Alberto Flores y Alejandro Gerardi.
Atlético Misiones ganó la primera final de visitante por 1-0 y el viernes, cuando el Tricolor ya empezaba a palpitar el título, «la franja» se impuso sobre la hora por 3-2, forzando la disputa de un encuentro desempate en campo neutral.
En el caso de que empaten al cabo de los 90 minutos, habrá penales.
