Marcelo Raúl Martorell, quien asumió en la Diócesis de Iguazú el pasado viernes quiso diferenciarse de su antecesor monseñor Joaquín Piña y sostuvo que como eje principal de su trabajo pastoral apuntará a la vocación y apoyará el trabajo de los lacios comprometidos. «Acá hay poca vocación y hay que ponerle un punto fuerte al trabajo vocacional», señaló en Radio Libertad y LT 4. El prelado oriundo de Salta y quien fuera nombrado obispo de Iguazú siendo sacerdote en Córdoba aseguró que le interesa la justicia, dijo que para él «es un importante aspecto y no abandonaré a los indígenas de Iguazú», agregó.
Al referirse al trabajo pastoral del obispo emérito que dejara el cargo para jubilarse a los 75 años, Martorell aclaró que «no soy de su mismo carácter o perfil, yo admiro lo que él hizo, creo que hasta ahí esta bien, tengo otro perfil, soy más religioso, más espiritual, más sacerdotal y esa será mi tarea en la diócesis».
«La política la dejo en mano de los laicos y trabajaré por la fe», reiteró el flamante obispo desde Iguazú.