Las viejas costumbres de la nueva política

La sesión programa para la lectura del veredicto del Jurado de Enjuiciamiento comenzó a las 8,20. Tal como cada día del juicio, la juaza María Marta Guimaráes estuvo puntual en el recinto.

En la barra, también estuvieron presentes familiares y amigos de la jueza, tal como sucedió en otras oportunidades.

Minutos después del inicio de la lectura de los fallos, la barra se vio invadida de simpatizantes del gobierno municipal. Uno de los presentes era el inspector Darío Blanco, quien levantó el acta de infracción a Alfredo Abrazián.

Con carteles en mano, protestaron contra el fallo y calificaron de «corrupta» a la jueza. Envalentonados un par de asistentes gritaron improperios contra los jueces que votaban en favor de la jueza. Mientras que, aplaudían las resoluciones en contra de la magistrada. En una oportunidad, el presidente del Jurado, Raúl Antonio Biazzi, pidió orden y amenazó con desalojar el lugar.

En un determinado momento, los guardias de seguridad del Concejo Deliberante debieron trasladar a los tres hijos de la jueza, con el objetivo de resguardarlos de los presentes.

Después, cuando los gritos no cesaban, tomó intervención la Policía de la Provincia.

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