Absolvieron al militar juzgado por el homicidio de su esposa

La fiscal Claudia Katok había pedido que fuera condenado a prisión perpetua. Sobre el otro imputado los camaristas no se expidieron porque no se sabe si está en sus cabales. El crimen ocurrió hace cuatro años. Después de una larga deliberación, el Tribunal Penal de Eldorado absolvió al suboficial del Ejército que estaba procesado por el homicidio de su esposa, hecho que ocurrió en una escuela rural de Bernardo de Irigoyen en noviembre de 2001.
La sentencia recayó sobre Celso Sthal, quien recuperó la libertad en forma inmediata. Los camaristas optaron por no expedirse sobre el otro imputado, Dorvalino Suncao porque durante el debate no quedó claro si el hombre está en sus cabales.
Los jueces decidieron abrir un compás de espera hasta dentro de tres meses. En ese período, Suncao será sometido a una junta médica psiquiátrica para establecer si comprende la criminalidad de sus actos.
Esta decisión benefició a la defensa de Sthal, que en la jornada anterior buscó que el imputado fuera declarado inimputable.
Ayer, la fiscal Claudia Katok pidió que Sthal fuera condenado a prisión perpetua por ser el instigador del homicidio calificado por promesa remuneratoria.
Katok entendió que había suficientes elementos de prueba como para que el suboficial del Ejército fuera encontrado culpable. Además, se opuso a la suspensión del debate para Suncao e hizo reserva de recurrir en Casación si el Tribunal insistía con esa decisión.
En ese sentido, recordó que el imputado amenazó de muerte a su esposa y también al odontólogo con quien sospechaba ésta mantenía una relación amorosa.
Además, indicó que el asesino se dirigió directamente a la víctima y le disparó pese a que ésta le había entregado sus pertenencias.
Por su parte, el abogado Guiller Itatí Jones atacó la validez de la declaración que el Tribunal le tomó en Barracao al brasileño Tiago de Olivera, quien aseguró haber participado de la reunión donde se estableció la suma de dinero que Sthal iba a pagar por el crimen de su esposa, la docente Silvia Elizabeth Figueroa, de 33 años.
El letrado sostuvo que nunca se dio intervención a la Cancillería y que se violó lo establecido por el Artículo 18 de la Constitución Nacional.
Tanto la Fiscalía como la Defensa esperan los fundamentos de la sentencia, que se conocerán la próxima semana.

El asesinato

El homicidio de Silvia Elizabeth Figueroa ocurrió el 23 de noviembre de 2001 en la Escuela 212 «Batalla de Mbororé», que está a unos once kilómetros de la zona urbana de Bernardo de Irigoyen, por la ruta 101.
Ese día la docente llegó a las 7.45 en su Fiat 147 junto a otros docentes y estacionó el coche en el patio trasero del establecimiento. Cuando descendió se encontró con un encapuchado que la apuntaba con un revólver.
Los testigos relataron que el delincuente le pidió a Figueroa sus pertenencias de valor, tras lo cual le efectuó un disparo en la cabeza.
El delincuente escapó hacia el monte y luego a Brasil.

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