Crimen de la maestra: buscan voltear un testimonio clave

Los defensores del esposo de la docente sostienen que el testigo clave es inimputable. Y que los informes psiquiátricos no son claros. Durante el juicio se provó que la pareja atravesaba una crisis matrimonial. La defensa del suboficial del Ejército Celso Sthal, detenido como presunto instigador del homicidio de su esposa, la docente Silvia Elizabeth Figueroa, busca que el Tribunal Penal de Eldorado desestime el testimonio de un coimputado.
El abogado Guiller Itatí Jones pretende que los camaristas declaren inimputable a Dorvalino Suncao, quien es defendido por Rafael López y José Di Campi.
El homicidio por el cual están siendo juzgados Sthal y Suncao ocurrió el 23 de noviembre de 2001 en la Escuela 212 «Batalla de Mbororé», que está a unos once kilómetros de Bernardo de Irigoyen, por la ruta 101. Ese día, Silvia Elizabeth Figueora, de 33 años, llegó a las 7.45 en su Fiat 147 junto a otros docentes.
La víctima estacionó el coche en el patio trasero del establecimiento y cuando descendió se encontró con una persona encapuchada que la apuntaba con un revólver.
Los testigos relataron que el delincuente le pidió a Figueroa y a otra maestra las pertenencias de valor que llevaban, tras lo cual le efectuó un disparo en la cabeza.
Figueroa murió en el acto, frente a sus alumnos de segundo grado, que alcanzaron a ver cuando el asesino se metía en el monte.
La Policía nunca pudo detener al autor del disparo, pero la investigación llevó tras las rejas al esposo de la víctima, el suboficial del Ejército Celso Sthal, con quien Silvia tenía dos hijos pequeños.
También está preso Suncao, quien habría contactado a Sthal con su medio hermano Doralino, quien sería el autor material del crimen, de acuerdo con la investigación.
En esa oportunidad el militar le habría prometido al asesino el pago de 10 mil pesos, la mitad por adelantado.

Crisis matrimonial


Un matrimonio amigo de Sthal y Figueroa también declaró durante el juicio oral y público que se realiza en Eldorado desde el pasado viernes.
Ambos coincidieron en que la víctima y su esposo enfrentaban una crisis matrimonial debido a los constantes ataques de celos que el suboficial tenía.
Sthal sospechaba que su esposa mantenía una relación amorosa con un odontólogo de Bernardo de Irigoyen, pero éste negó cualquier vinculación afectiva con la víctima, señalaron ayer fuentes judiciales.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas