Juzgan a remisero y a ex pirata del asfalto por un violento asalto

Ayer declararon todos los testigos. El martes se conocerán los alegatos y la sentencia. El robo se produjo en 2003. En la casa de de la víctima se guardaba parte de la recaudación del supermercado de sus hijos.

En el banquillo. Costilla (calvo, de bigotes) y Ríos (joven, de anteojos) están acusados del delito de robo calificado.

En el banquillo. Costilla (calvo, de bigotes) y Ríos (joven, de anteojos) están acusados del delito de robo calificado.

El Tribunal Penal 1 de Posadas comenzó a juzgar ayer a dos hombres que fueron detenidos por el violento asalto que sufrió el 17 de septiembre de 2003 una pareja de ancianos de Gobernador Roca.
Se trata del cordobés Pedro Cándido Costilla, de 43 años, quien cumplió una condena por integrar una banda de piratas del asfalto; y el remisero René Orlando Ríos, hermano del boxeador posadeño «Koyak» Ríos.
El hecho que se les imputa ocurrió en la noche del 17 de septiembre de 2003, cuando tres personas encapuchadas sorprendieron en su casa a León Kuchaski, de 76 años; y a su esposa, Elena Slunczeski, de 73; a quienes le exigieron la entrega del dinero.
Los delincuentes escaparon con 150 pesos de la mujer, otros 700 pesos, 40 euros y un cheque por 130 pesos que eran del nieto de la pareja, que circunstancialmente llegó a la vivienda en su camioneta Chevrolet Corsa y fue víctima de los delincuentes.
Los asaltantes escaparon en ese vehículo, que fue abandonado en una picada, a unos tres kilómetros de Gobernador Roca.
Un testigo dijo ayer que los días previos al robo vio merodeando en la zona un Peugeot 205 blanco, que luego fue secuestrado por la Policía en Posadas. El rodado era conducido por Ríos.
El juez de Instrucción Horacio Enrique Gallardo entendió que sus ocupantes estaban realizando las tareas de inteligencia previas al atraco.
Es que León Kuchaski tiene dos hijos que poseen en esa localidad un supermercado que también realiza distribuciones en la zona. Los repartidores de ese comercio dijeron que habitualmente rendían la caja en la casa de León porque regresaban cuando el negocio ya estaba cerrado.
Es decir que los delincuentes sabían que allí había dinero, pero nunca pudieron establecer dónde estaba la caja fuerte.
Tras cometer el atraco, los asaltantes huyeron en la picck up Corsa, que fue abandonada en una picada.
En esa zona, al día siguiente, la Policía detuvo a Costilla cuando salía del monte, rumbo a la ruta 12.
Ayer los dos imputados se negaron a declarar. Pero durante la instrucción de la causa ambos negaron cualquier vinculación con el atraco.
Costilla es defendido por el abogado Ramón Glinka; mientras que Ríos cuenta con la asistencia legal del penalista José Mass.
Uno de los testigos, el empleado municipal Juan Carlos Marín fue quien alojó en su casa (antes del atraco) a Costilla porque la esposa de éste era familiar de su mujer.
El hombre se mostró ofendido porque la Policía le secuestró costosas miras telescópicas, binoculares, gatos hidráulicos, nueve cuchillos, un autoestéreo, un discman, una cámara fotográfica, el auto y otros elementos que hasta ahora no pudo recuperar.
Marín explicó que esas cosas le pertenecen y las adquirió porque siempre le gustó la caza y la pesca.
El debate continuará el próximo martes con el alegato de las partes y la sentencia del Tribunal.

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