Integrar las subregiones para fortalecer el futuro del Mercosur

Especialistas de Argentina, Paraguay y Uruguay disertaron ayer en el Centro de Convenciones. Coincidieron en la necesidad de mejorar las relaciones de las microregiones por sobre los Estados

Análisis. Especialistas del Mercosur debatieron sobre la realidad y el futuro del bloque regional.

Análisis. Especialistas del Mercosur debatieron sobre la realidad y el futuro del bloque regional.

Con el NO rotundo a la Constitución europea que dieron Francia y Holanda resonando en el mundo, en Misiones, el centro del Mercosur, el debate giró sobre el futuro del bloque regional y la necesidad de una integración real hasta ahora no concretada más allá del eje Buenos Aires-San Pablo. Misiones fue el escenario para el debate de pensadores y políticos de Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil y en cada exposición quedó claro que el Mercosur no tiene demasiado futuro si no se contemplan las realidades y las necesidades regionales.

Con distintos matices, todos los expositores que iniciaron la discusión ayer en el Centro de Convenciones de Posadas, quedó claro que no se puede replicar un modelo centralista como el de la Unión Europera y se debe atender los reclamos de la sociedad que comparte fronteras, necesidades y hasta los mismos problemas.

El gobernador Carlos Rovira abrió el debate lanzando el desafío de dejar de pensar la política como de izquierda o derecha, sino atender las políticas transversales de la región y advirtió que la crisis de la UE deja como lección que «las personas deben ser tenidas en cuenta».

Después de la apertura, disertó el economista Aldo Ferrer -entrevistado por este diario en su edición de ayer- sobre «El destino argentino y del Mercosur». El analista insistió en su teoría de potenciar la realidad local para después pelear la integración en condiciones de fuerza similares con el socio mayor, Brasil. Después de un break para el almuerzo -paella y patas de ternera-, los numerosos asistentes a la conferencia escucharon las exposiciones del ingeniero Luis Meyer, ex secretario de Planeamiento de Paraguay, Alvaro Lorenzo, miembro de la comisión parlamentaria del Mercosur y diputado de Uruguay y Esteban Lozina, abogado y uno de los ideólogos del Frente Renovador en Misiones.

Meyer se explayó sobre Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), una especie de submercosur pero dedicado específicamente a la infraestructura y reseñó que salvo Brasil y Argentina, las demás regiones están prácticamente aisladas por falta de conexiones físicas que permitan un intercambio económico y cultural que haga efectiva la integración. ¿Por qué no estamos integrados?, se preguntó. «Porque crecen los estados regionales contra los intereses locales», fue su respuesta.

«No basta con un crecimiento particular. Hace falta una visión estratégica para la integración a futuro», insistió.

En el mismo sentido, el uruguayo Lorenzo se refirió a los «enanos» de la región, como su país que «deben meterse en la discusión sobre el futuro del MercoSur advirtiendo que pueden sumar a su desarrollo o a su desintegración».

El legislador charrúa coincidió con el planteo de Rovira de rechazar el centralismo de los gobiernos nacionales y a «los modelos generados en otros ámbitos», aunque eso no necesariamente implique dejar de aprender de ellos.

Finalmente, Lozina señaló que la historia regional está signada por años de «desvinculaciones» y recordó que hace no más de 50 años existía una hipótesis de conflicto bélico con Brasil que postergó la infraestructura del Norte Argentino por temor a que sirva para la expansión brasileña. «El futuro del Mercosur depende de la madurez política y de dejar de lado las mezquindades locales«, sentenció.

No dejar todo en manos del mercado

José Luis Castiñeira de Dios tiene un curriculum extenso en materia cultural. Porteño, vivió muchos años en París y está vinculado al arte, las letras y la música.
Invitado a disertar sobre la «Cultura del Mercosur», indicó en una entrevista con Radio A, que la mejor manera para integrar a la región es la «cultura y la educación».
«No es porque quiera llevar agua para mi molino, pero el mayor esfuerzo hay que hacerlo en la educación y la cultura, porque eso permitirá cambiar la mentalidad y que haya una actitud favorable a los procesos de integración».

¿Cómo llegar a eso?

Debe haber dos tiempos. Una de las formas de incidir es la educación pública y la otra son los medios de comunicación. El Estado tendría que tener una decisión nacional para que los contenidos curriculares, sean similares y hoy no lo son. Basta ver en los países de la Unión Europea que estos procesos no son definitivos, sino dinámicos, pero es la única alternativa que tenemos como país, integrarnos en un bloque regional para sobrevivir en esta época.

¿Qué le parece la experiencia de escuelas bilingües en Misiones?

Es una buena experiencia, sobre todo por el caracter simbólico, porque la integración se construye con símbolos y en eso tiene mucho que ver la responsabilidad de los medios de comunicación. No debemos dejar la integración en manos del mercado, porque hipotecamos nuestro destino.

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