Jorge Klainman es un octogenario de origen polaco quien sobrevivió a cuatro trágicos años, en los cuales pasó por varios campos de concentración nazis en la Segunda Guerra Mundial, a causa de su religión judía. Tras la contienda emigró a la Argentina, en busca de la única familia que le quedaba.
Jorge Klainman
En Corrientes, invitado por la DAIA local ofreció la noche del jueves una charla, en torno a su libro «El séptimo milagro», en el cual recientemente volcó sus experiencias, y se ofrece a la venta en todo el mundo. En declaraciones a momarandu.com afirmó que «antisemitismo existe en todos los países», y no dudó en afirmar que el holocausto contra su pueblo está probado.
Pese a que no exceptuó a la Argentina al afirmar que las ideas antisemitas «existen en todos lados», aseguró que «tiene un pueblo maravilloso» y aseguró «éste es mi país».
En su libro, Klainman relata su infancia en seis diferentes campos de concentración, la separación del resto de su familia, de la cual nadie más sobrevivió y las situaciones en las que se salvó de la muerte.
También incursiona en aspectos poco conocidos, como ser la vida de los judíos polacos en los primeros meses de la conflagración mundial y cómo fue la liberación del último campo en el cual estuvo recluido, con aspectos tanto o más trágicos que los años de genocidio.
Poco antes de disertar en la DAIA local, el anciano sobreviviente incluso adoptó un tono irónico al responder sobre las afirmaciones de que el Holocausto nunca fue probado.
Más detalles sobre sus angustiantes experiencias podrán ser consultados en su libro, disponible desde el jueves, sobre cuya adquisición se puede consultar en las sedes israelitas locales.
– ¿Su libro cuenta exclusivamente sus experiencias?.
– Sí. Cuenta mi vida sobre lo que me pasó en seis campos diferentes. Fui llevado al primero a los trece años, hasta que me liberaron cuatro años después, respondió Klainman.
– ¿Cuándo vino a la Argentina?
– El 27 de octubre de 1947.
– ¿Como refugiado?
– No. Vine a encontrarme con la única familia que me quedaba en el mundo. Una tía materna. No tenía a nadie más.
– ¿Su libro se vende en otros países?
– Sí. Fue traducido del castellano al inglés y al hebreo. Y se trabaja en una edición francesa e italiana. Se vende en todo el mundo.
– ¿Pudo presentarlo en Israel?
– Sí. En su edición en hebreo. En Estados Unidos lo vende la cadena de Internet Amazon.com. Y aquí mi editor.
– ¿Cuánto antisemitismo hay en Argentina?
– Hay en todas partes. Nací en Polonia, uno de los países más antisemíticos que existen. ¿Dónde no lo hay? Lo hay en todos lados.
– ¿Ahora éste es su país?
– Tenía once años y comenzó la guerra, y la pasé en los campos de concentración hasta que vine. Ya terminó mi juventud. Pese a que hay antisemistimo en todas partes, al pueblo argentino lo quiero mucho, es maravilloso. Así que éste es mi país.
– ¿Pensó en establecerse en Israel definitivamente?
– Vivo allá gran parte del año, viajo mucho, pero no porque me escapé de la Argentina. En ambos países hago mis actividades y en Israel tengo dos hijas.
– ¿Siempre estuvo relacionado con charlas y conferencias sobre el Holocausto?
– Más bien desde que escribí el libro. Desde entonces me dedico ideológicamente sólo a eso.
– ¿Ante qué público ofrece charlas?
– Estudiantes secundarios, universitarios, personal de ejércitos, policías, y también a través de Internet. También, llego a quien lo desee a través de mi libro. Además he publicado en algunos diarios.
– ¿Qué impresión tuvo de su charla en esta ciudad?
– Hablé ante alumnos de un colegio que me dejaron asombrados con sus preguntas de alto nivel. No recuerdo en detalle, pero eran preguntas muy buenas.
– Para quien diga lo contrario ¿está totalmente probado que el Holocausto ocurrió?
– ¿Y qué falta probar? Pregúnteme dónde está mi familia (se sonríe y emite una breve risa). Éramos seis por línea directa. En total sumábamos setenta y tres. Quedé yo sólo, así que puede hacer un promedio. (Momarandu)
