Médicos del Fleni evalúan el estado de la joven accidentada

Julia Ojeda está internada en el Madariaga y podrían trasladarla a Buenos Aires en los próximos días. El tratamiento se basará en kinesiología y medicación. La familia de Julia Raquel Ojeda (24), quien sufre un politraumatismo craneano grave, hará hasta lo imposible por salvar su vida. Tras un mes de una intensa disputa judicial, al parecer podrá ser trasladada a un centro de mayor complejidad.

Julia está internada desde hace 60 días en el servicio de terapia intensiva del hospital Ramón Madariaga de Posadas. El pasado 26 de febrero ingresó a la sala de emergencias, después de ser atropellada por un automóvil en la Ruta Nacional N° 12, a la altura del Puente el Zaimán. Actualmente, se encuentra postrada en una cama, no puede hablar, está asistida con respiración mecánica y se alimenta por sonda.

Por un fallo judicial la aseguradora Provincia Seguros tendrá que solventar 76.230 pesos que en principio cuesta la internación y parte de la rehabilitación.

Para evaluar el estado clínico de la paciente, arribó ayer a la provincia Hernán Galimberti, médico del Servicio de Internación del Instituto Neurológico Fleni en Buenos Aires. Luego de la visita, el especialista debe elevar un informe a los directivos del establecimiento para, en conjunto, autorizar la derivación de la joven accidentada.

«En este momento está en un estado vegetativo posterior a un traumatismo de cráneo grave, con lesiones importantes a nivel cerebro central, estamos a dos meses de la evolución del traumatismo inicial y la situación es delicada, es sumamente grave, pero hay posibilidades de brindarle ciertas chances por un tiempo de hacer una rehabilitación de estimulación y kinesiología, para ver si hay alguna modificación de su estado neurológico en un lapso que puede ser aproximadamente tres meses», fue la primera explicación del especialista. Y aunque se abstuvo a dar una fecha determinada del traslado de la paciente, dejó entrever que hay posibilidades de que se realice la próxima semana.

La duda en este momento giran en torno a las probabilidades de recuperación siendo asistida en el Fleni, más aún, teniendo en cuenta que su cuadro es irreversible. «Básicamente lo que se busca es ver si recupera o mejora en algo su nivel de conciencia, es decir, si puede pasar de un estado vegetativo a un nivel de conciencia media en una primera instancia, pero sabemos que puede no concretarse por el daño neurológico que tiene», reconoció Galimberti.

De todas formas, su vida social llegó a su punto final. Terminaron sus días de jugar al fútbol en el barrio posadeño El Progreso, donde vivía hasta el accidente, como también la colaboración para con sus vecinos de cuidar a sus hijos en alguna que otra ocasión. Julia jamás recuperará su vida cotidiana.

Pese a que la madre, Lidia Bertoluzzi, conoce y asimila esta realidad, no pudo contener las lágrimas de felicidad, cuando se enteró de la presencia del médico del Fleni. «Al menos ganamos esta batalla», subrayó la mujer.


Atención


Hernán Galimberti, médico del Servicio de Internación del Instituto Neurológico Fleni en Buenos Aires, remarcó la importancia de que Julia Ojeda reciba atención especializada. «Lo que se intenta es darle la chance de hacer una rehabilitación intensa, con cuidados profesionales, cuidados en la piel, alimentación, y estimulación neurológica, fundamentalmente kinesiología y tratamiento farmacológico. El traumatismo inicial fue grave y sobrevivió gracias a la asistencia iniciada a tiempo, ahora está en otra etapa que quizás en un centro más especializado pueda beneficiarlo», dijo.

El Instituto funciona desde hace 45 años en el país. Su inspirador y creador fue Raúl Carrea, figura señera de las neurociencias de la Argentina, que creó el primer servicio de Neurocirugía infantil de la Argentina, en el hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

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