Arrieta negó ser un golpeador y dijo que lo quieren atacar

«El que esté libre de pecados que arroje la primera piedra», advirtió el legislador acusado de golpear a su esposa. Un médico confirmó que estuvo 24 horas internada con lesiones y una crisis nerviosa.

Informe. Gloria Báez, titular de la línea 102, concurrió ayer a la Legislatura, pero no modificó el expediente Arrieta.

Informe. Gloria Báez, titular de la línea 102, concurrió ayer a la Legislatura, pero no modificó el expediente Arrieta.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]“Una vez le estiré el pelo y ya lloró, ella es mimada”, reconoció Arrieta, aunque insistió en que no la golpeó[/su_note]El que esté libre de pecados, que arroje la primera piedra. Ésa fue la primera advertencia que lanzó el diputado radical Néstor Arrieta, envuelto en un escándalo por haber sido acusado de golpear a su mujer, a la que envió a un hospital. El legislador negó que sea un hombre «golpeador», pero pidió que «no se metan en mis problemas familiares».

El caso, más allá de los ribetes políticos, también podría derivar en uno judicial, ya que su esposa además es empleada legislativa, por lo que un juez laboral debería investigar la agresión. También se esperaba anoche un pronunciamiento del gremio de los empleados legislativos, en defensa de una de sus compañeras y las diputadas firmaron un proyecto de resolución para conocer todos los detalles del caso. «Si golpeó a su mujer, debe perder los fueros o pedírsele la renuncia«, advirtió una legisladora justicialista.

Arrieta se mostró ofendido por la publicación de la noticia -adelantada en exclusiva por este diario- y amenazó con demandas judiciales al médico Adolfo Vallena -director del hospital de área de Jardín América- y a la titular de la línea 102, Gloria Báez, por haber emitido un documento oficial que llegó a todos los presidentes de bloque, además de a él mismo, donde le ofrecía apoyo psicológico para resolver los conflictos familiares sin violencia/negita y revelaba que no sería la primera vez que ocurrió una agresión.

Con respecto a Vallena, Arrieta dijo que se trata de «un pase de facturas» por una denuncia que le hizo por supuestos sueldos que cobran su esposa y su hermana como empleadas del Ministerio de Salud Pública.

En la Cámara, los diputados optaron por posiciones ambivalentes: no cuestionaron a Arrieta, pero sí a la violencia familiar. Sólo las mujeres tomaron posición por la tarde y pidieron que el caso se investigue para determinar si hubo una agresión a la esposa del legislador.

Vallena, director del hospital de Jardín América, confirmó que la esposa del legislador ingresó al nosocomio el domingo donde fue atendida por contusiones y un cuadro de crisis nerviosa, con dolores toráxicos y en los miembros superiores.

Recién se retiró el lunes a la noche, pese a que el diputado intentó llevársela a poco de haberse internado. El directivo explicó que la mujer no quería irse porque debía hacerse análisis y radiografía de los golpes recibidos. Tenía contusiones en el abdomen por un «objeto romo», agregó el médico.

Pese a negar en todo momento haber golpeado a su mujer, Arrieta no supo explicar qué le pasó. Apenas dijo que se golpeó una mano contra una puerta -poco para estar 24 horas internada-. Asimismo, el radical dijo que su mujer emitirá un comunicado de prensa «desmintiendo todo lo que pasó». «Tengo problemas como cualquier familia, pero no soy golpeador. Una vez le estiré el pelo y ya lloró, ella es mimada», se justificó Arrieta en una radio.
«Mi esposa puede tener lesiones, pero es ella la que tiene que hablar, y no un médico. Pero como es la esposa de un diputado, todos opinan. ¿Y si se apretó la mano con la puerta de una habitación? La línea 102 y todos están destruyendo mi familia y mi persona. Esto está en manos de la justicia y yo no voy a dejar pasar nada, porque como me pasa a mí le puede pasar a cualquiera», acusó.

En las generales de la ley

Si el hecho hubiese ocurrido en pocos días más, el diputado Néstor Arrieta podría estar comprendido en lo que la ley Sobre Violencia Familiar entiende como abuso de poder, maltrato físico o psicológico, ya que además de ser su esposa, él mismo la nombró como empleada de Cámara en planta permanente.
La ley sobre violencia laboral fue insistida por la oposición -y él mismo- el jueves pasado, pero todavía no fue publicada en el Boletín Oficial, por lo que no está en vigencia. Define como violencia laboral el daño o sufrimiento físico sobre los trabajadores, entre otros puntos.
Sin embargo, en la Cámara descartaron que pueda ser alcanzado por esa ley, ya que el «hecho es de instancia privada», aunque él sea un hombre público.

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