La víctima y el autor del disparo jugaban al truco, cuando surgieron problemas por los tantos. Hay dudas sobre la distancia a la que le efectuó el tiro mortal. Oberá (Corresponsalía)negrita Un hombre que mató de un tiro a otro en una picada de San Vicente, comenzó a ser juzgado ayer por el Tribunal Penal de esta ciudad, pero el debate se suspendió porque surgieron dudas sobre la distancia a la que el imputado realizó el mortal disparo con una escopeta.
Modesto Alfonso Dos Santos, es asistido por el abogado Orlando Nass, quien pretende encuadrar el caso dentro de la «legítima defensa».
Durante la jornada de ayer declararon las dos únicas personas que presenciaron el hecho. Ambos coincidieron en que el disparo se realizó a una distancia que oscila entre los trece y quince metros.
Sin embargo, el Tribunal no quedó conforme con estos testimonios y convocó a un perito para el próximo 20 de abril, cuando se reabra el debate.
El hecho ocurrió el 20 de mayo del año pasado a la salida de un bar del paraje «Puerto Argentino», en la Picada Tambor de Tacuarí, ubicada en el Kilómetro 1.274 de la ruta 14.
Todo comenzó con una discusión por los tantos de una partida de truco. La discusión derivó en una pelea en la que José Reinelt y Benicio Nacimento lesionaron en el rostro a Modesto Dos Santos, quien se encontraba en compañía de sus hermanos, Juan Ramón y Germán.
Tras tomarse a golpes de puño, Reinelt se apoderó de un machete y le provocó un corte en la cara a Modesto, quien decidió retirarse del lugar junto a su hermano.
Lejos de dar por superado el incidente, el mayor de los Dos Santos habría ido hasta su casa, donde tomó una escopeta calibre 16 y se apostó a un costado del camino, no muy lejos del bar.
Un rato más tarde vio sobre el camino el carro tirado por bueyes de Reinelt, quien también había emprendido el regreso a su domicilio en compañía de Benicio Nacimento.
El hombre esperó oculto entre las malezas que el carro pasara, luego salió al camino y desde una distancia bastante corta efectuó un único disparo.
Los perdigones impactaron en la espalda de Reinelt, quien murió casi en el acto al sufrir la perforación de ambos pulmones, según el informe del forense.
Un hombre fue condenado a once años de prisión por haber abusado sexualmente de dos nenas de nueve y once años.
La sentencia recayó sobre Arnaldo Andrés Espíndola, quien se encuentra detenido desde julio del año pasado.
El imputado se confesó culpable del delito y a través de la defensora oficial Celina Silveira Márquez decidió realizar un juicio abreviado.
La defensora y la fiscal Liliana Picazo consensuaron la pena y el acuerdo fue elevado al Tribunal Penal 1, integrado por los camaristas Martín Errecaborde, Angel Dejesús Cardozo y Demetria González de Canteros, quienes deberán ratificarlo en los próximos días.
Fuentes judiciales dijeron que la denuncia por los abusos fue realizada por la concubina de Espíndola.
El hombre estaba acusado de practicarle sexo oral a su hijastra de nueve años y a la prima de está, que por entonces tenía once años.
El caso fue encuadrado como «abuso sexual gravemente ultrajante» por el juez de Instrucción 1, Horacio Enrique Gallardo.
Los hechos se registraron en la vivienda que la pareja compartía en la Chacra 152 de Posadas.
Los abusos fueron observados por una tía de las nenas, que inmediatamente advirtió a su hermana y ésta radicó la denuncia.
