A los 74 años, Chaloy Jara apuesta a nuevos proyectos

El músico folclórico misionero aún no piensa en retirarse, es más, tiene una comprometida agenda para este año.

Fuerza. La vitalidad del músico se ve reflejada en su semblante y en sus múltiples actividades cotidianas.

Fuerza. La vitalidad del músico se ve reflejada en su semblante y en sus múltiples actividades cotidianas.

El músico misionero Salvador «Chaloy» Jara es un chamamecero de ley, que integra actualmente la Orquesta Folclórica de la Municipalidad de Posadas. Nació en el seno del barrio posadeño Villa Sarita, lugar donde reside hace 52 años, y trabajó en Brasil durante dos décadas. Con 74 años de vida no cesa en sus proyectos musicales que sólo este año contempla dos trabajos discográficos y una presentación en junio.
Su vida estuvo signada por la música, ya que desde la edad escolar, cuando cursaba el cuarto grado en la Escuela 220, tocaba guitarra y cantaba en colaboración con la institución educativa en cada acto que había. «Después me di cuenta que mi voz no daba para cantar -sonrió- y opté por vender mi guitarra y compré un acordeón de dos hileras, diatónico», contó.
Por aquel entonces había un señor que era lechero de la estancia Santa Inés, que iba y venía con el camión distribuyéndola. «Este muchacho, Roque Silveira, tocaba el acordeón muy bien y era el músico de Santa Inés. Yo le pedí que me enseñara el acordeón y como vio que aprendí rápido me llevaba a tocar allá. Habré tenido unos diez años», recordó. A partir de allí, Chaloy comenzó a tocar en fiestas, cumpleaños y casamientos, «pero en los casamientos yo fracasaba porque me pedían ‘Desde el alma’ y no podía tocar porque mi acordeón no daba, era un instrumento de pocos recursos», señaló.
Su inquietud por el género musical no tenía raíces familiares, es más, su padre se enojó mucho al conocer su inclinación. Solamente tocaba guitarra con sus hermanos, aunque ninguno de ellos se dedicó plenamente a la actividad. Su hermano mayor se había comprado un bandoneón y lo dejaba bajo llave cuando se iba a trabajar, era tacador de yerba en un molino. «Yo inventé una llave para usarlo cuando él se iba a trabajar, lo abría y empezaba a tocar. Un día me pilló tocando, se enojó primero pero después me dijo ‘de aquí en adelante el bandoneón va a ser tuyo’ porque me escuchó y le gustó», rememoró aquella anécdota.
Estudió con maestros como Gregorio Martínez Riera y Ricardo Ojeda, de quien destacó la labor que éste realiza con los jóvenes músicos. Asimismo, siguió «rebuscándose» con la música en fiestas, ya que era una atracción ser un jovencito que tocara tan bien.
«Vengo de una familia muy humilde, mi mamá era lavandera, se casó con mi padre que era navegante. A papá no le gustaba la música. Hasta llegó a llevarme a bordo y me dijo ‘acá vos tenés que aprender a timonear’, aprendí pero nunca me gustó», comentó.
Agregó que cuando pudo escaparse «me zafé y le dije a papá que no quería ir más. Papá se enojó. Me fui a Buenos Aires con mi hermano, yo ya tocaba de oído. Allá tomé curso de música con un señor español».

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Consideró un bello gesto que Joselo Schuap le pusiera de nombre «Chaloy, espacio cultural» a su local de música ubicado sobre la avenida Tacuarí de Posadas. «Lo hizo en homenaje a todo lo que yo había hecho en Misiones. Me gustó muchísimo porque es el primer homenaje en mi vida con la música», expresó.
Un poco melancólico, lamentó que haya muchos músicos misioneros muy buenos que ya no están, y que quedaron en el olvido.

Mucho trabajo

El músico señaló que por lo general le inspiran las temáticas misioneras y sociales.
El hit «Jamás te podré olvidar» fue el primer -y más exitoso- single que grabó Chaloy en Argentina. Posteriormente fue contratado en Music Hall y se editaron algunos trabajos. Grabó también con Juan Carlos Soria en Buenos Aires.
Durante su estadía en Brasil grabó discos exclusivamente para dos firmas, aunque recordó también su participación en trabajos discográficos de músicos amigos e incluso su composición musical para otros artistas.
Si bien dijo no recordar la cantidad de composiciones que tiene en su carrera, dijo que son muchas y su memoria para cada una es envidiable.
En Argentina ya es jubilado de SADAIC y dijo que pronto estaría en condiciones de jubilarse por la Municipalidad, aunque advirtió que «no lo pienso todavía».
Entre tus composiciones más queridas nombró a «Villa Bloset», «Patrón de mi pueblo» -autorizado recientemente por el Obispo Martínez-, «El loco», «La costanera», último tema que compuso y que será el nombre de su último trabajo discográfico. «Ya está todo preparado, pero no tenemos fecha de lanzamiento», explicó.
Por otro lado, indicó que para este año ya tiene pedidos dos CDs por la firma brasileña «USA», para los que tendrá que trabajar en treinta temas aproximadamente.
Su presentación más cercana es para junio, en Brasil, al margen de los compromisos que tiene con la Orquesta Municipal.

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