Estaciones de servicio analizan despidos

Los empresarios aseguran que tras el boicot, la reducción de las ventas llega al 60 por ciento y argumentan que deberán adaptar su plantel de empleados a esta demanda. «Se está poniendo muy fea la situación». De esta manera resumió Juan Picarsi, propietario de las estaciones de servicio Petromisiones, la actualidad de las empresas que venden combustibles Shell o Esso. El empresario estimó que en su comercio la baja en las ventas ya llegó al 60 por ciento a poco más de un mes del boicot presidencial, provocado por los aumentos determinados por la petrolera angloholandesa, decisión que luego fue imitada por la norteamericana Esso.

Otros empresarios del ramo consultados coincidieron con esa apreciación y si bien todavía no se registraron despidos en la provincia a causa de esta particular situación, los propietarios de las estaciones de servicio boicoteadas consideran que de no mejorar el panorama en el corto plazo se verán obligados a achicar su plantel o directamente a bajar la persiana.

«Las ventas siguen cayendo, no vemos una salida, todavía no tomamos medidas de recorte de personal pero si esto se sigue agravando, estimo que vamos a tener que cortar algunos servicios como el lavadero, el lubricentro y suspender los turnos nocturnos», estimó Picarsi.

Según los comerciantes, el golpe sufrido por sus empresas tarde o temprano se trasladará a sus empleados y sus proveedores -según la Cámara que nuclea a los empresarios del sector estaría en juego la fuente laboral de unas 150 familias en Misiones.

Hasta ahora no hubo despidos, pero los empresarios ya presentaron una nota al ministerio de trabajo para coordinar una reunión con el objetivo de encontrar la forma de adecuar su plantel de personal a los nuevos niveles de actividad.

«Pedimos al ministerio que nos autorice a suspender por 30 días a buena parte de los empleados para ver si esto se endereza, si la cosa no mejora plantearemos una segunda suspensión y si después de eso seguimos sin levantar cabeza, creo no quedará otra opción que el cierre definitivo», indicó el propietario de Petromisiones.

Respecto a la posibilidad de recibir indemnizaciones de parte de las petroleras, los empresarios consultados aseguran que todavía no hay nada en concreto y aseguran que cuando llaman a Buenos Aires, «los gerentes de Shell no nos atienden el teléfono».

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