Guaraní goleó, gusto y se prendió arriba

Ahora sí la cosa va tomando otro color. Cambió el ánimo, cambiaron las caras y también los resultados. Y ni que hablar del rendimiento, que invita a soñar no solamente con salvarse del descenso, sino que también a pelear por la clasificación para la segunda fase, con objetivos de ascenso.

Guaraní Antonio Franco cumplió ayer su mejor actuación de la temporada, por momentos se floreó, despertó el hasta poco tiempo impensado «ole…ole…» de la gente y lo más importante, ratificó lo bueno que ya había hecho en la fecha pasada ante Boca Unidos y comienza a consolidad una idea futbolística.

La Franja fue un equipo compacto, solidario en todos los sectores del campo, tuvo variantes de ataque y más allá de que desperdició una docena de situaciones favorables, en la parte final fue un equipo contundente, que cada vez que atacó, lastimó al rival.

También hay que decir que tuvo enfrente a un Juventud Unida muy flojo en defensa, donde do muchas ventajas y que solamente lo preocupó en el primer tiempo, cuando el Mono Mongeló tuvo que hacer tres atajadas de su sello.

Un párrafo aparte se merece el Mencho Medina Bello, quien a los 37 años volvió a su pueblo natal, Gualeguaychú: se movió muy poco, jugó casi parado, apenas inquietó con una media chilena a Mongeló y después probó un par de veces con remates de afuera. Pero de desbordes o diagonales, con su sello, ni hablar. Y por ende, pasó casi desapercibido.

La tarde de Martín

Colectivamente Guaraní tuvo un rendimiento casi perfecto: firme atrás, muy combativo y dinámico en el medio, con un Silveyra dueño de todos los quites y con una presión asfixiante sobre el rival. Pero además Porcel mostró su mejor ida y vuelta y esta vez no desentonaron Fernando Pallero, quien fue el enganche ni el paraguayo Ramón Benítez, quien hizo un gran partido, abriendo surcos como carrilero por izquierda.

Con ese buen acompañamiento, se le facilitó todo a los puntas: Víctor Cabral, un jugador que conoce todos los secretos del puesto, ya que va bien por afuera, arrastra marcas y fabrica huecos, marca bien los pases y también llega al gol. Y Martín Yegros tuvo su tarde soñada, al anotar los tres goles, aunque se perdió otros tres cantados.

El primero, a los 15 minutos, tras perfecta asistencia de Cabral, abrió el partido y le permitió a la Franja jugar tranquilo, con soltura, con confianza, ante un rival que si bien salió a jugar frontalmente y no se metió atrás, cometió muchos errores en la marca.

Así, la Franja pudo haber anotado cinco o seis goles más en la etapa inicial, porque Yegros estrelló un remate en el travesaño, se perdió otras dos increíbles, también la tuvieron Cabral y Palleros. Mientras que el Mono se lució ante una chilena de Medina Bello y los remates de Gauna y Cerenzo.

Un monólogo

En la parte final se acentuó la supremacía de la Franja, porque Juventud Unida decayó en su nivel, quizás como producto del cansancio y prácticamente no le creó peligro.

En la zona media comenzaron a florearse Porcel, Palleros y Benítez y como la defensa rival daba muchas ventajas, en cada avance había sensación de gol.

Desperdició el mano a mano Martín Yegros, después fue Palleros. Ramón Benítez, tras una gran corrida y eludir a varios rivales, reamtó apenas desviado. Por eso, la Franja, que merecía estar goleando, apenas estaba 1-0.

Pero todo cambió a los 27, cuando Fabián Sosa metió el pase para Yegros, quien picó en off side (por enésima vez se equivocó el línea) y definió por encima del arquero.

Y dos minutos más tarde, después de otro desborde por derecha y asistencia de Cabral, Martín Yegros la empujó al gol para sellar el 3-0.

Ganó bien Guaraní, por ahora alivia su situación con el descenso y si le gana el próximo partido como local a Atlético Uruguay, tranquilamente puede soñar con clasificar.

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