El Fiscal de Estado «es funcional de la vieja política», afirmó la agrupación Renovadora del IPLyC

La agrupación Renovadora del Instituto Provincial de Lotería y Casinos lamentó «la actitud persecutoria que permanentemente muestra el Fiscal de Estado» hacia la administración del IPLyC, en algunos casos «contradiciéndose abiertamente, y tratando de mellar la confianza del público en una gestión honesta, transparente y eficiente, que al parecer molesta a los referentes de la vieja política misionera». En un comunicado de prensa, los empleados renovadores del Instituto de Lotería y Casinos señalan que «laa insólita denuncia penal del Fiscal de Estado sólo ratifica hasta qué punto existe un comportamiento autista de parte de algunos funcionarios públicos, que hoy se preocupan porque una empresa exitosa del Estado puede destinar fondos a fines sociales, pero que en el pasado nunca investigaron el destino de los recursos provenientes de las privatizaciones, o los manejos de los ATN durante la década del ´90, por citar sólo dos hechos puntuales».»La decisión de las autoridades del IPLyC, cumpliendo todos los requisitos legales, de asistir a empleados públicos con préstamos personales, o con tickets de alimentos, o con créditos para viajes de vacaciones, son demostraciones concretas de cómo se puede reinvertir el dinero proveniente del juego. El IPLyC no ha dejado de cumplir con las transferencias a los Ministerios de Salud Pública y de Bienestar Social, y a la Dirección de Asuntos Guaraníes, y sostiene el funcionamiento del Programa de Asistencia Solidaria (PAS). Pero esta gestión ha obtenido tantas ganancias que también puede habilitar líneas complementarias de asistencia a miles de misioneros cuyos ingresos son menores, y que con estos préstamos pueden acceder a solucionar inconvenientes de salud, a atender necesidades urgentes de su grupo familiar o aún regularizar el pago de servicios públicos.»Claro, con los enormes ingresos que percibe mensualmente, el Fiscal de Estado no necesita de pocos cientos de pesos para atender demandas urgentes, o puede costearse sus vacaciones, algo que muchos empleados estatales no podrían hacer sin el apoyo del IPLyC.»El éxito molesta, evidentemente; y la conducta del Fiscal de Estado, de constante hostigamiento hacia la administración del IPLyC, lo demuestra. No es casualidad que los mayores embates de la vieja política se centran en estos organismos, que han demostrado que son capaces de incrementar ganancias y de ser eficientes en su tarea, cuando son administrados por funcionarios capaces y honestos.»Seguramente la Justicia, cuando archive esta causa, le dirá a los misioneros que tiene un Instituto que hace las cosas correctamente, y un Fiscal de Estado que cada vez parece más funcional a los líderes de la vieja política», finaliza el comunicado de prensa.

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