Una vecina de Iriarte comprometió a Lezcano y los jueces volvieron a la escena del crimen

Elina Linek declaró con mucha seguridad ante el Tribunal Penal 2. Dijo que vio bien al asesino cuando le disparó al médico. Anoche los integrantes del Tribunal fueron a su casa para realizar una inspección ocular. Hoy declararán otros testigos.

La única testigo que presenció el momento en que el médico Carlos Iriarte fue atacado a balazos el 3 de marzo de 1998 volvió a señalar a Carlos Alberto “Carretilla” Lezcano como el autor del hecho.Por momentos, Elina Linek se mostró algo agitada al declarar ante los camaristas Roque González, Alfredo Escribano y Juan Enrique Calvo. Fue cuando aclaró que “esa persona ha cambiado y me cuesta reconocerla hoy. Es evidente que es el señor Lezcano (quien disparó), pero ahora no tiene el mismo aspecto. Cuando lo ví era más morocho y tenía el pelo negro”, afirmó.La mujer dijo que sabía que “cumplía con una obligación” y al momento de realizar el reconocimiento en la Jefatura de Policía “no tuve dudas que era la persona”, que cometió el hecho.Linek contó que vio todo por una hendija de la persiana de su dormitorio y que esa noche había buena iluminación en el barrio, situación que fue corroborada por Elvira de Rodríguez y su esposo, Félix Ramón Rodríguez, quienes también declararon ayer.Además, la testigo indicó que “Iriarte dejó prendidas las luces buscahuellas y las de posición del coche, las que se reflejaban en el portón del garaje, que es de vidrio”.Eso le permitió aportar algunos detalles: el asesino tenía una camisa celeste, arremangada hasta la mitad del brazo y tenía el arma agarrada con las dos manos, con los brazos extendidos hacia adelante”.Anoche, a las 22.00, los integrantes del Tribunal junto a los abogados defensores y la fiscal Liliana Picazo realizaron una inspección ocular en el lugar del hecho, principalmente para conocer la visión que Linek tenía desde la ventana de su habitación.Por su parte, Crecencio Noguera dijo que esa madrugada escuchó algunos silbidos, luego los disparos y una persona que pasó “como una ráfaga” por el frente de su casa, que está sobre la calle Berón de Astrada.Y aportó otro dato: dijo que difícilmente haya sido una persona renga la que pasó corriendo hacia la calle Gómez Portinho.En su declaración, Elvira y Félix Ríos dijeron que Iriarte estaba consciente de la gravedad de la lesión que había sufrido, ya que mientras esperaba la llegada de la ambulancia se quitó de la muñeca su costoso reloj, una pulsera de oro y una cadenita con medalla porque “de acá me voy derecho al quirófano”. Además, le entregó a Elvira un rollo de billetes que la mujer colocó sobre una mesa y luego le entregó a los padres del herido.Félix recordó que Iriarte alcanzó a decirle que “yo a ese negro (por el autor de los disparos) lo conozco de algún lado)”.Cuando los minutos pasaban y la ambulancia no aparecía, la víctima le dijo a su vecino que “ya no siento las piernas, me estoy muriendo”.Por otra parte, uno de los guardias del casino, Ramón Néstor García dijo que a Iriarte no le gustaba que lo molestaran mientras realizaba sus apuestas y reconoció que Carlos Lezcano era uno de los “buscas” que se colocaban en la puerta para pedirle dinero a los apostadores que habían ganado algo de dinero.subtitulo/La testigo/subtituloElina Linek volvió a declarar con la misma contundencia que lo hizo en el juicio anterior. Señaló sin dudar a Carlos Carretilla Lezcano como el autor de los disparos, aunque reconoció que está muy cambiado en la actualidad. “Escuché una discusión y miré de vuelta por la ventana: vi a una persona caminando y apuntando a Iriarte”, dijo.“Iriarte levantó las manos y allí le pegó el primer tiro, desde cerquita. El doctor se agachó, se le cayeron algunas cosas y salió corriendo. La otra persona se desplazó de costado y volvió a disparar”, aseguró.“Me fui a llamar al Comando Radioeléctrico y cuando me acerqué a la ventana escuché que el doctor pedía ayuda en la casa de un vecino”.“El asesino era delgado, morocho, tenía nariz grande y pera prominente”, indicó.

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