En las fiestas de egresados se sigue bebiendo sin control

Pese al Código de Nocturnidad de Posadas, las noches de gala estudiantil están desbordadas de alcohol. El Instituto Verbo Divino denunció a la empresa de lunch «San Rafael» por incumplimiento del contrato, faltó comida y se pagó por anticipado cerca de 21 mil pesos. Las restricciones respecto a la venta de bebidas alcohólicas en Posadas apuntan a combatir una adicción en los jóvenes que cada vez se inician desde edades más tempranas. Puede que esto no sea suficiente, y son las recepciones desbordadas de alcohol de fin de curso la prueba más evidente de esta realidad. A pesar de que la veda alcohólica rige en la vía pública de toda la ciudad de Posadas y hasta el momento ya tuvo como consecuencia ocho locales clausurados, el Decreto de Nocturnidad impulsado por la comuna posadeña no tiene la facultad para inmiscuirse en las clásicas veladas estudiantiles, donde los padres tienen la responsabilidad de limitar el consumo de sus hijos. Las alumnas del Colegio Santa María este año para no pasar desapercibidas en su centenario, se dividieron en dos grupos dado que no consensuaron el lugar y el servicio de la fiesta, es decir, si sería “canilla libre” o no. Trascendió de los ptoipios invitados que aquellas que optaron por festejar en el Tacurú con «Mateos», provocaron incidentes producto del consumo de alcohol, en tanto que desde la empresa y encargados del propio club aseguraron que la fiesta terminó sin inconvenientes. Del mismo modo, los alumnos del turno mañana del Colegio Provincial N° 1 Martín de Moussy brindaron y no se cansaron de brindar toda la noche en el Tacurú, donde el mismo servicio sirvió la cena y las bebidas sin limitación alguna por un costo de 36 pesos por persona. Así, prácticamente el 80 % de las recepciones de egresados no pueden pasar su “noche inolvidable” sin las bebidas alcohólicas que den sentido a su cúmulo de emociones y felicidad.subtitulo/Problemas de catering/subtituloAl menos dos empresas de catering fueron objetos de críticas y repudio por parte de padres y alumnos ante el precario servicio prestado durante la noche de gala. Encabeza la lista de la disconformidad el Instituto Verbo Divino de Villa Cabello que realizó su fiesta de egresados el sábado en La Aventura con el servicio «San Rafael». El primer punto de discordia fue la cena, a la cual asistieron 90 egresados y sus respectivos familiares y amigos alcanzando 700 invitados en total, pero la comida estuvo prevista sólo para 150 personas. Tan precaria fue la situación que los ex alumnos ni siquiera tuvieron «mesa de egresados», más bien comían de pie alrededor de una mesa que se armó en el transcurso de la escandalosa velada, entre insultos y justificaciones absurdas por parte del encargado. Sin embargo, el costo de la tarjeta anticipada fue de 30 pesos por persona, así que aunque el servicio no cumplió con el contrato se llevó cerca de 21 mil pesos. En ese sentido, Martina Solís, madre de un egresado, denunció a los servicios porque proveyó de «50 espadines de galeto para 700 personas. Los padres queremos que nos devuelvan el dinero de las tarjetas”. Entre otras irregularidades, la madre contó que la fiesta tenía que empezar a las 21:00 y comenzó recién a las 1:00 comenzó. «Nosotros nos fuimos a cenar a otro lugar, pero el problema no es por nosotros sino por los chicos que fueron muy mal atendidos», se quejó.subtitulo/Otros servicios/subtituloOtro fue el caso de los egresados del Bachillerato Humanista que el último miércoles despidieron el año y contrataron el servicio «La Nona». A diferencia de lo sucedido en el Verbo Divino, no faltó comida, pero a días de la fiesta hubo opiniones encontradas de los padres respecto a la presentación del servicio. «La tarjeta valía 32 pesos, las mesas tenían servilleta de papel, platos de papel descartable, las hieleras de tergopoll, cuchillos de tramontina, y cucharas de plástico, encima el plato de bocaditos no había, es una fiesta de gala, nuestras hijas estuvieron meses preparando sus vestidos». El encargado del servicio de catering, dijo por el contrario a lo expuesto por este tutor, que «hemos recibido felicitaciones por parte de alumnos y padres de la escuela respecto a esa noche, aunque puede ocurrir como dijo el señor que la hielera era de tergopol. En el contrato se aclara cómo se van a servir las cosas y en qué condiciones», se defendió.