Un grupo de 32 estudiantes del 8° y 9° grado de la Escuela N° 476 de San Vicente viajó por Santa Fe, Córdoba, San Juan y Mendoza, recorriendo lugares de interés histórico y turístico. Chicos y chicas trajeron entusiasmo y muchos recuerdos.
Era la primera vez que salían de San Vicente. Dice la maestra Gladis Maphia que los chicos no cabían de la emoción cuando el ómnibus de Crucero se puso en marcha y empezó a dejar atrás la capital de la madera, para bajar por la Costera del Uruguay hacia el histórico escenario donde empezó a gestarse la gloria del general José de San Martín y la Independencia. El Convento de San Lorenzo, y los campos del sur santafesino donde tuvo lugar, el 3 de febrero de 1813, el bautismo de fuego del Ejército de Granaderos que iría a liberar medio continente; el combate donde el sargento Juan Bautista Cabral se ganó el bronce, salvando la vida del Libertador con la suya, fue el primer destino del viaje turístico educativo de los 32 chicos y chicas de la Escuela N° 476, de San Vicente, que ganaron el primer premio del concurso «Un reconocimiento a tu esfuerzo», organizado por la empresa Crucero del Norte y el Ministerio de Educación de la Provincia, con los auspicios de Misiones On Line. «El viaje estuvo de diez, excelente». Gladis Maphia, de 23 años y maestra desde hace dos, fue una de las docentes que acompañó a la delegación de estudiantes en un viaje de una semana que recorrió las provincias de Santa Fe, Córdoba, San Luis, San Juan y Mendoza, visitando sitios de interés turístico, como el dique de Ullum, en San Juan, y el Cerro de la Gloria, en Mendoza; y educativo e históricos, como el Monumento a la Bandera, en Rosario, y varios museos cuyanos. La directora del colegio, Marta Esther Machuca, el coordinador de la UGL, Coco Marcheski, y el maestro tutor Ricardo Pelich, fueron los otros docentes que acompañaron al grupo de chicos y chicas en la aventura. Estudiantes, maestros, y los choferes del ómnibus funcionaron como un verdadero equipo, cuenta la maestra. «Hubo mucha solidaridad, la gente con la que tratamos en todo el camino fue sorprendente, muy hospitalaria», dice. El viaje fue también de iniciación para ella, que lo relata a pocos días del regreso como «una experiencia inolvidable, que va a quedar en la memoria del grupo». Como ejemplo, esgrime el empeño de todos porque una de las chicas, Silvia, de 17 años, que se moviliza en silla de ruedas llegara también al Cerro de la Gloria, o la fiesta de 15 sorpresa que le organizaron a Adriana Blanco, con torta y serenata incluidas. Maphia sostiene que el viaje fortaleció los lazos entre los chicos, curó rencores si los había, y estrechó amistades, y «despertó tanto interés que el año que viene ya están pensando en preparar otro proyecto por si se repite el concurso».negrita/Los ganadores/negritaMás de 12.000 chicos participaron del concurso que ganó la escuela de San Vicente, en la categoría «Contá la historia de tu escuela», destinado a alumnos de EGB y Polimodal. El relato de los chicos y chicas de la capital de la madera resultó elegido entre otros cuatrocientos trabajos de toda la provincia.Flavia Junco, Carolina Feyeka, Gloria López, Analía Da Silva, Facundo Rivas y Fabián Batista son la cabeza del grupo del 8° y 9° año que contó cómo comenzó la historia de lo que hoy es la Escuela 476, «Raúl B. Díaz», de San Vicente.»La historia sencilla de este rincón de la patria, donde hoy flamea orgulloso el emblema nacional por obra común de vecinos y colonos de este lugar llamado Ruta al Soberbio km.41, comienza allá por los años ´60, donde los vecinos se reunieron para charlar sobre la problemática de Educación de sus hijos, que se hacía cada vez más agravante, ya que la población aumentaba aceleradamente y no existían instituciones educativas…», así arranca el relato que resultó ganador del concurso. El trabajo es completamente manuscrito, un detalle muy meritorio frente a la falta de medios y recursos tecnológicos existente en el interior argentino y fundamentalmente entre los chicos y jóvenes. El relato tiene unas diez páginas escritas, para luego continuar con un frondoso anexo de fotografías y recortes periodísticos que van reconstruyendo la vida de la Escuela «Raúl B. Díaz» desde su nacimiento, aquel 13 de mayo de 1963, en que «se oyeron en lo más profundo de los montes de El Soberbio el suave tin-tan de la campana escolar que llamaba por primera vez a los niños del lugar». Por fotos y recortes pasan personajes, algunos ya desaparecidos, alumnos, alumnas y docentes; hay anécdotas de excursiones, chicos y grandes posando felices con el fondo torrentoso de nuestras Cataratas del Iguazú, torneos estudiantiles, y agotadoras jornadas de trabajo comunitario.
