Detectan más gastos «sospechosos» del vicegobernador chaqueño

Se investigan las donaciones «todo por mil pesos» que habría efectuado Miguel Pibernus. Las supuestas donaciones «truchas» fueron detectadas por diputados de la oposición. Las donaciones «todo por mil pesos» que supuestamente realizó este año Miguel Pibernus tendrían antecedentes más añejos, ya que en rendiciones de gastos del vicegobernador correspondientes a los ejercicios ’98 y ’99 también aparecen facturas de características similares a las que ahora investiga la justicia penal. En esos años el segundo de Angel Rozas también presentaba a la administración facturas sobre supuestos obsequios de tortas, refrigerios varios, camisetas, buzos y bolsines escolares presuntamente entregados a escuelas y asociaciones civiles, por montos invariablemente cercanos a los 1.000 pesos cada una pero nunca superiores a ese monto. Elementos relacionados con esas operatorias ya están en manos de los diputados de la oposición que detectaron las supuestas donaciones «truchas» efectuadas por Pibernus y que dieron lugar a que un agente fiscal pida al juez Ramón Martínez Arias que investigue al vice por posible defraudación reiterada contra la administración pública. Curiosidades y ambigüedades En las rendiciones del hombre de Tres Isletas de los dos años anteriores aparecen elementos llamativos ya observados en los gastos de este ejercicio que dieron lugar a la pesquisa judicial, y tienen en común con ellos curiosidades y ambigüedades. Por ejemplo, figura una entrega de una torta de alrededor de 100 kilogramos a alumnos de una escuela rural que visitaban Resistencia. Como eran menos de diez chicos, se las habrán visto en figurillas para llevarse el postre. Como proveedora de varias de las «supertortas» que Pibernus dice haber regalado aparece una «Rotisería Los Abuelos», con facturas que llegan hasta este año y en las que figura como domicilio el de Pasaje 9 de Julio 1966, donde hay una simple casa de familia en la que ayer luego de las 13 nadie respondía. Otra rendición casi risueña justifica un gasto de 907 pesos diciendo que con ese dinero se pagó un refrigerio para 203 desocupados en Machagai. Podía suponerse que allí se habían entregado víveres de primera necesidad, pero la factura habla de gaseosas… y la ya infaltable torta. Hay también situaciones prácticamente inverificables, como una supuesta entrega de colchones y frazadas a «pobladores de la margen del río Bermejo», difuso destino al que se volcaron varios miles de pesos. Estos hechos podrían dar lugar a una nueva presentación de casos ante el juez Martínez Arias, que mientras tanto trabaja en los que ya tiene en sus manos desde el mes pasado. Fuente: Diario Norte Digital (Chaco)

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