La Iglesia rechaza la creación de una zona roja en Posadas porque «alentará» el ejercicio de la prostitución

El representante eclesiástico reclamó una manera «más digna» de enfrentar el flagelo de la prostitución infantil. El ministro de Gobierno aseguró que seguirá adelante con su iniciativa. Elevará la propuesta al intendente Irrazábal y a los concejales. No todos en el gobierno están de acuerdo. La Iglesia salió a rechazar la propuesta de crear una zona roja para la prostitución en Posadas porque sería una forma de «alentarla» y reclamó una forma más «digna» de enfrentar la prostitución infantil. En cambio, la idea del ministro de Gobierno fue bien recibida por las trabajadoras de la calle, que ven en la zona roja una posibilidad de escapar al acoso de la policía y de evitar la «competencia de menores». El padre Víctor Arenhardt, a cargo del obispado de Posadas, señaló que «me llama la atención una propuesta de esta naturaleza», porque significaría «facilitar el comercio» y «agrandarlo aún más». El representante de la Iglesia misionera se preguntó «¿No hay una manera más digna de combatir la prostitución infantil?». «Canalizar la prostitución a través de una zona roja es apoyar la actividad y la Iglesia nunca puede estar de acuerdo con esto», sentenció. A pesar del rechazo de la Iglesia, el ministro de Gobierno, Juan Carlos López, quien fue el impulsor de la propuesta, aseguró que seguirá adelante con su idea, porque «es una manera de enfrentar el problema». Osvaldo Navarro, el concejal aliancista que propuso crear una comisión de «Estudio y seguimiento de la prostitución sexual de menores en Posadas», también apoyó con reservas la propuesta de López: «(La zona roja) Es una posibilidad que funciona en otras ciudades del mundo y funciona bien», señaló. Sin embargo, aclaró que «es una propuesta discutible» y pidió «escuchar los argumentos», pero admitió que «es necesario sincerarnos porque aunque la prostitución está prohibida, nadie cumple». La idea será llevada al intendente de Posadas, Juan Manuel Irrazábal para conformar una mesa de debate con todas las fuerzas vivas de la sociedad, incluidas la Iglesia y la prensa. López señaló a Misiones On Line que su idea es que -en caso de que se concrete la zona roja- se ubique en los alrededores del cementerio Parque Tierra de Paz, en las afueras de Posadas. Sin embargo, sus propios colegas del oficialismo casi desautorizaron al titular de la cartera política. La más enfática fue la ministra de Bienestar Social, Graciela Depetris, quien señaló que no quiere prostitutas «ni en la calle ni en los prostíbulos» y rechazó la idea de una zona roja «porque va a generar más a marginación y exclusión». «Es un paliativo, pero no una solución de fondo», sentenció. La que también se mostró en contra en forma ambigua, fue la vicegobernadora Mercedes Oviedo, quien no quiso hacer declaraciones sobre el tema, pero aseguró que «cualquier iniciativa es bienvenida». Desde la oposición, la legisladora Gloria Llamosas solo dijo que «es un tema muy polémico» y prefirió esperar para contar con más datos. Algunos vecinos consultados por esta agencia aseguraron que «nunca habían pensado en la posibilidad de crear una zona roja». La zona roja que se pretende instalar en Posadas tiene antecedentes en Buenos Aires, Río Grande y Puerto Madryn. En Posadas, el ejercicio de la prostitución tiene una confusa lectura legal en el artículo 57 del Código de Faltas (Incitación sexual escandalosa): «Se impondrá multa de quince por ciento al 75 por ciento de un sueldo base o arresto de cinco días a la persona que ofreciere o incitare públicamente en forma escandalosa al acto sexual» (¿?). Tampoco están habilitados los locales de esparcimiento nocturno, donde se pueda ejercer la prostitución, que es justamente lo que quiere el ministro de Gobierno para combatir la prostitución infantil. Sin embargo, según un informe de la UNICEF que se realizó en Posadas -será presentado oficialmente el 28 y 29 de este mes-, la habilitación de prostíbulos no es una garantía de que no se explote a menores. «En prostíbulos y otros espacios cerrados, los menores de edad exhiben documentos falsos que los hacen pasar por mayores, pero cuando esa confusión resulta imposible, son retirados a tiempo gracias a la protección que alerta en caso de inspecciones judiciales», dice un párrafo del informe. La investigación realizada entre 1998 y 1999 comprueba la presencia de niños, niñas, y adolescentes en las «calles, terminales, baños, bares, cabarets, boliches, agencias y departamentos» en todos los niveles, «pobre, medio y de lujo». También, según fuentes consultadas aparecen «gimnasios y agencias de modelos». Asimismo, el informe señala que la prostitución no distingue clases sociales y que en el caso de la explotación infantil, se da más en las clases altas. Según UNICEF, «ni las circunstancias familiares ni la inescrupulosidad de los explotadores alcanzan a explicar cabalmente este fenómeno, cuyo origen está en la demanda específica de cuerpos cada vez más jóvenes por parte de una clientela tan amplia como heterogénea».