El MERCOSUR vive su peor contradicción

Exportadores señalan contradicciones en las declaraciones de funcionarios referidas a tarifas y acuerdos. También marcaron incongruencias en la realidad económica de cada país. Para los exportadores argentinos existe una grave contradicción entre las fórmulas a las que suele recurrir el discurso de los jefes y funcionarios de estado cuando invocan el Tratado de Asunción como marco común de tarifas y acuerdos subregionales, y, por otro lado, la diversidad de micro y macroeconomías que perviven en los países que conforman el bloque. Para esto último utilizaron el concepto ya en uso en el MERCOSUR: Geometría variable, que en buen cristiano significa asimetrías y diferencias entre las escalas y niveles de desarrollo de las cuatro economías asociadas. Los mejores ejemplos, pero no los únicos, son la indutria y el comercio del azúcar, o, por ejemplo, el mercado automotor. Para los exportadores argentinos esa dificultad inevitable en la conformación del bloque tendría una solución probable en el desarrollo de instituciones fiables y la eficientización de la gestión estatal, comercial, diplomática y aduanera. Señalaron que es hipócrita plantear la fórmula de Maastricht olvidando que la Unión Europea pudo hacerlo porque edificó instituciones fuertes dedicadas a desarrollar la integración. Proponen solucionar problemas agudos como los del azúcar, el régimen automotor, o los mercados del pollo, el arroz, las planchuelas de acero, etc., dentro de instituciones que se especialicen en la competencia económica y social y/o tribunales de justicia. Y eso, señalan, no puede ser logrado sin una articulación entre el sector público y el sector privado en el espacio del MERCOSUR.