El fiscal León tiene en la mira a cinco médicos del sanatorio y los citó para que declaren como sospechosos

Todavía no se sabe cuál de ellos realizó el diagnóstico erróneo. A más de un mes de la muerte del joven, la causa avanza lentamente. Los médicos dijeron que murió por hepatitis, pero en realidad fue por apendicitis. Los cinco médicos que aparecen mencionados en la historia clínica de Cristian Cabral, quien falleció a principios del mes pasado en el Sanatorio Buenos Aires, comenzarán a desfilar por el Juzgado de Instrucción 3 para prestar declaración como sospechosos en la causa. Se trata de Benjamín Virasoro, Arturo Héctor Toledo, Aldo González Krieger y José María Alvarenga y Vega, quienes están citados entre el 23 y el 25 del corriente mes. Los facultativos pueden concurrir con un abogado para contestar las preguntas del fiscal Atilio León y el juez Eduardo D’Orsaneo, quienes llevan adelante la investigación. Los familiares del chico muerto decidieron dejar la causa penal en manos del fiscal, mientras que el abogado Rubén Langbart entablará en los próximos días la demanda civil contra el sanatorio Buenos Aires y el médico responsable de la mala praxis. El fiscal León dijo ayer que «en principio están citados estos cinco médicos, pero el juez puede llamar a otras personas a prestar declaración en la causa» León ratificó que el informe de los médicos forenses señala que «el hígado estaba intacto, hay que descartar esa hipótesis de que el hígado estaba mal». Los directivos del sanatorio dijeron en un primer momento que Cristian Cabral murió por una hepatitis y luego que se trató de una crisis aguda hepática por causas desconocidas. Según los forenses «la causa del deceso sería un problema de apendicitis agravado por una falta de atención, que derivó en una infección generalizada», explicó el fiscal. Sobre los avances en la causa dijo que «estamos trabajando sobre los datos aportados por los médicos forenses, vamos a escuchar las explicaciones de los médicos y con el correr de las investigaciones después de observar lo que dicen los médicos, la historia clínica y otros elementos aportados a la causa a lo mejor tomar una determinación un tanto más complicadas par los intereses de los sospechados, que podría ser una citación a indagatoria». León recordó que la mala praxis encuadra dentro del artículo 84 del Código Penal y más allá de las condenas fijadas, fija inhabilitaciones especiales para ejercer la profesión a la persona que incurrió en dicha figura legal. Cristian Cabral fue internado en el Sanatorio Buenos Aires el 5 de agosto y falleció al día siguiente. Por la alta presencia de colesterol en sangre, los médicos concluyeron que el deceso se produjo por una falla hepática. Sin embargo, los forenses establecieron unas semanas después que la muerte fue por apendicitis y que el hígado del joven estaba en perfecto estado. Además, el fiscal León debe investigar si los datos erróneos volcados al acta de defunción del chico fueron involuntarios o adrede. Es que el profesional que certificó el acta dejó constancia que la muerte ocurrió por la mañana y sobre calle Bolívar, cuando se produjo por la tarde y sobre Buenos Aires, donde está el sanatorio.

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