Crece la polémica en la sociedad posadeña por la instalación de una zona roja para controlar la prostitución

El gobernador dijo que hay que preservar los principios católicos y el intendente de Posadas prefiere «prostíbulos». El padre Francisco Vogel señaló que «la Iglesia toleraría» la instalación de una zona roja, para mejorar el control sanitario [su_note note_color=»#cdcdcd»]El ministro de Educación, Pablo Tschirsch, consideró que la iglesia debería participar más en el tema de la prostitución y contener a las jóvenes cuando "se encaminan hacia el desvío". Sostuvo que esto se produce muchas veces por dificultades familiares[/su_note]La polémica está instalada en el seno de la sociedad. Conservadores, puritanos y liberales dieron su opinión. La posible instalación de una zona roja en Posadas para controlar el ejercicio de la prostitución es el tema caliente del debate político y social. Las posiciones son encontradas en el gobierno y en la misma Iglesia. Las únicas que están de acuerdo son justamente, las principales involucradas: las prostitutas. A pesar de que el padre Víctor Arenhardt, a cargo del Obispado de Posadas, rechazó la idea de una zona roja porque alentaría la prostitución, el sacerdote Francisco Vogel aseguró que la Iglesia «toleraría» la instauración de una «zona roja» como forma de control legal y sanitario de la prostitución en Posadas. Para el religioso, la habilitación de locales y la determinación de sectores específicos menguarían los efectos del fenómeno, pero acompañado de controles «severísimos» de Salud Pública para evitar «ciertos contagios». Una de las primeras medidas que Vogel considera necesaria es que la cartera sanitaria «comience por limpiar un poco el centro de la ciudad de las prostitutas que andan por ahí». También apuntó la necesidad de legislar y hacer cumplir las normas para sancionar a quienes «levanten menores, permiten o se acerquen a ellos». «El problema es que nosotros decimos y ponemos leyes pero no existen controles», dijo en declaraciones a FM Express. El intendente de Posadas, Juan Manuel Irrazábal afirmó que «creo que no necesitamos eso, porque la zona roja es como una exposición pública». Pero sí se manifestó a favor de la habilitación de prostíbulos con controles de parte del Estado municipal, en la higiene, la edad de los que trabajen allí y la seguridad. El jefe comunal consideró que «es una actividad que existe en todo el mundo y es un fenómeno social que no se prohíbe por decreto». En diálogo con LT4, Irrazábal sostuvo que «lo único que puede hacer el Estado es enmarcarlo». Sin embargo, la legislación argentina prohíbe la instalación de prostíbulos. Por su parte, la concejala de la Alianza, Cecilia Nevot, consideró que es necesario «estudiar y debatir» la idea de crear una zona roja o la de habilitar prostíbulos en Posadas como «paliativo de la proliferación de la prostitución». La funcionaria señaló que acaba de ingresar al Concejo Deliberante una propuesta para formar una comisión encargada de debatir este tema, «que es sumamente polémico, pero que con mirar a otro lado no se soluciona». Además, sostuvo que la prostitución es un problema social «grave» que indica la crisis que atraviesa la provincia y que estas mujeres ejercen la prostitución «por necesidad» y por ello reclamó al Estado trabajar sobre esta situación para poder acceder a una profesión «más digna». Por último destacó que no ve con mucho agrado la zona roja por considerar que no es la solución: «Tenemos que tratar de luchar contra las causas de la prostitución y contra la gente que las prostituyen», concluyó la concejala en FM Show. Su par de bancada, Josefina Bosco de Marchi, aseguró que todavía hay que «estudiar y debatir» la idea del Ministro de Gobierno, Juan Carlos López, de instalar una zona roja en Posadas. Para la funcionaria no se puede determinar una zona roja «a primera vista» y hay que ver cuál es el motivo que lleva a ejercer la prostitución. La concejala piensa que a las trabajadoras del sexo «hay que darle la posibilidad de que expresen que es lo que desean para lo que hacen», ya que no se puede definir el destino de las personas sin el «derecho a opinar», recalcó la funcionaria en FM Show. POLÉMICA ROJA La idea de instalar una zona roja en Posadas surgió del ministro de Gobierno, Juan Carlos López, como una manera de enfrentar el auge de la prostitución infantil, que crece a ritmos alarmantes en la capital provincial (ver aparte). Incluso, dio el lugar donde sería «conveniente» instalarla: en las inmediaciones del cementerio Parque Tierra de Paz, en las afueras de Posadas. El gobernador Carlos Rovira prefirió analizar «en profundidad», aunque aclaró «que es un tema a hablar con el ministro». El mandatario señaló que «hay que preservar los principios católicos y la idiosincrasia misionera». En ese marco, «no cabría» la instalación de una zona roja, aunque todas las propuestas son «analizables». En Posadas, el ejercicio de la prostitución tiene una confusa lectura legal en el artículo 57 del Código de Faltas (Incitación sexual escandalosa): «Se impondrá multa de quince por ciento al 75 por ciento de un sueldo base o arresto de cinco días a la persona que ofreciere o incitare públicamente en forma escandalosa al acto sexual» (¿?). Tampoco están habilitados los locales de esparcimiento nocturno, donde se pueda ejercer la prostitución, que es justamente lo que quiere el ministro de Gobierno para combatir la prostitución infantil. Sin embargo, según un informe de la UNICEF que se realizó en Posadas -será presentado oficialmente el 28 y 29 de este mes-, la habilitación de prostíbulos no es una garantía de que no se explote a menores. «En prostíbulos y otros espacios cerrados, los menores de edad exhiben documentos falsos que los hacen pasar por mayores, pero cuando esa confusión resulta imposible, son retirados a tiempo gracias a la protección que alerta en caso de inspecciones judiciales», dice un párrafo del informe. La investigación realizada entre 1998 y 1999 comprueba la presencia de niños, niñas, y adolescentes en las «calles, terminales, baños, bares, cabarets, boliches, agencias y departamentos» en todos los niveles, «pobre, medio y de lujo». También, según fuentes consultadas aparecen «gimnasios y agencias de modelos». Asimismo, el informe señala que la prostitución no distingue clases sociales y que en el caso de la explotación infantil, se da más en las clases altas. Según UNICEF, «ni las circunstancias familiares ni la inescrupulosidad de los explotadores alcanzan a explicar cabalmente este fenómeno, cuyo origen está en la demanda específica de cuerpos cada vez más jóvenes por parte de una clientela tan amplia como heterogénea».

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas